Mucho antes de que la autoridad monetaria de la Zona Euro anunciara oficialmente su programa de compras de activos (QE), la divisa de la región ya había comenzado a descontar esta medida, mientras, por su lado, el dólar se fortalecía ante el endurecimiento progresivo de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
Este mes de diciembre ha traído consigo la esperada primera subida de tipos en Estados Unidos, pero, la paridad no ha llegado de su mano, pues el Banco Central Europeo (BCE) no logró cubrir las expectativas con la ampliación de sus medidas de estímulo.
Para el Departamento de Análisis de Bankinter la apreciación del dólar "es transitoria" y prevén que la divisa estadounidense se fortalezca ante el ciclo alcista de la Fed (esperan que los tipos cierren el año en el rango del 1%-1,25%), que contrasta con una autoridad monetaria de la Zona Euro que los mantendrá en mínimos.
"El previsible aumento en la Tir (tasa interna de rentabilidad) de los Treasuries junto con la vulnerabilidad de los mercados emergentes debería generar un flujo de fondos hacia activos estadounidenses que reforzará el dólar", explican. Además, a esto se suma que el ritmo de expansión de Estados Unidos superará al de la Zona Euro.
Así las cosas, explican que "el tipo de cambio podría alcanzar la paridad de forma puntual si el proceso de subida de tipos en Estados Unidos se intensifica y la inflación europea permanece en niveles tan bajos que llevan al BCE a ampliar el importe mensual de su QE. Sin embargo, consideramos que el euro no perderá el nivel psicológico de 1,00 dólar debido a que un ‘billete verde’ tan fuerte supondría una amenaza para las exportaciones norteamericanas, mientras que la influencia positiva sobre Europa de un euro depreciado se diluye progresivamente. En consecuencia, creemos que 1,00/1,10 dólares es el rango de equilibrio más sostenible".
Recordemos que desde Capital Economics señalaban en noviembre que "nuestra previsión de que el euro caería sustancialmente frente al dólar ante la divergencia de las políticas de Estados Unidos y la Zona Euro ha sido confirmada con el descenso desde los cerca de 1,40 del verano de 2014 hasta los niveles actuales por debajo de 1,06. Pero este proceso aún tiene recorrido".
La firma rebajaba su estimación para el euro desde 1 dólar hasta 0,95 para finales de 2016, y no descarta mayores descensos. La paridad, señalan, volverá en 2017, "cuando el ciclo de endurecimiento de Estados Unidos se acerque a su fin". Y no es la única que auguraba la pérdida de la paridad, pues Goldman Sachs explicaba a principios de dicho mes que el periodo transcurrido desde el comunicado dovish de la Fed de marzo ha sido un ‘paréntesis’ en la tendencia del dólar y este interludio ha terminado".
Así, apostaban por una apreciación sostenida del "billete verde" frente al resto de divisas del G10, ya que "la disminución de la debilidad económica en última instancia conducirá a la autoridad monetaria estadounidense a subir los tipos". En concreto, esperaban una apreciación ponderada del 20% en el dólar hasta finales de 2017. Para estos expertos, Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) y BCE seguirán, por su parte, ‘renovando’ sus políticas de flexibilización monetaria, debilitando sus monedas: "Seguimos esperando ver al euro en los 0,95 dólares y al yen en los 130 dólares en 12 meses", afirmaban.
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