En el borrador de la declaración se señala que se prioriza un reparto de 40.000 refugiados en Italia y Grecia que necesitan claramente protección internacional. La medida afecta ante todo a personas de Siria y Eritrea, que tienen posibilidades de conseguir asilo en Europa. El reparto se realizará durante dos años.
Los detalles se irán ultimando hasta finales de julio, es decir, que en este plazo se decidirá qué país acoge a cuántos inmigrantes. La cuota que había propuesto la Comisión Europea finalmente fue apartada de la mesa de negociación. También queda abierto cuándo comenzará a funcionar este mecanismo de emergencia. Según las fuentes diplomáticas, como pronto comenzará a finales de verano. Hasta entonces, los refugiados seguirán en Grecia e Italia, donde los ahora mismo ya están registrados e identificados. Posteriormente se procederá a su reparto.
En muchos países existe reticencia contra el reparto de refugiados. Hungría lo rechaza categóricamente y lamenta la propia sobrecarga. "La UE ignora las pruebas de una ruta, que pasa por Hungría, y que se usa mucho en los Balcanes y tan solo se preocupa por la situación en el Mediterráneo", dijo el ministro del Exterior del país, Peter Szijjarto, en declaraciones a la televisión. Eso es "inaceptable e incomprensible", agregó, para después sentenciar que todo el mundo en Bruselas sabe que a Hungría llegan más refugiados que a Italia y a Grecia. El primer ministro húngaro, el político conservador nacionalista Viktor Orban, aseguró en Bruselas: "No es que no tengamos corazón, pero tampoco tenemos la cabeza hueca, hay que encontrar un equilibrio".
Durante la cena de los jefes de Estado, el primer ministro de Italia discutió de forma acalorada con varios homólogos. Les acusó de perder el tiempo y de que no hay solidaridad en Europa. "Si quieren que sea voluntario, por nosotros pueden suspenderlo todo, nos apañaremos solos", les inquirió.
El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker,, apoya plenamente a Italia y en rueda de prensa ha apelado la solidaridad de los países, "para abordar de forma conjunta en Europa el problema de los refugiados y que no se deje a griegos, italianos y malteses todo el peso (del problema)". Hasta estos tres países es donde llegan la mayor parte de las embarcaciones con refugiados que cruzan el Mediterráneo. Juncker ha indicado además que la Comisión sigue defendiendo la idea de la cuota.
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