De Frankfurt no despegan más aviones de Lufthansa rumbo a Caracas a partir del 18 de junio. De la chilena LAN y la brasileña TAM (ahora operando juntas como Grupo LATAM) no hay más vuelos hacia Caracas desde el 28 de mayo último.
La compañía alemana (que canceló sus tres vuelos semanales al país) y el grupo sudamericano (que cubre la mayor red aérea en la región) tomaron esa decisión ante los bloqueos financieros que el Gobierno venezolano les impone, dijeron ambas.
Éxodo aéreo
Lufthansa y LATAM se suman así a las flotas que ya redujeron la frecuencia de vuelos, o directamente los cancelaron. Entre las primeras, Alitalia, American Airlines y Air Canadá; entre las segundas, la brasileña GOL.
Las dificultades alegadas están en la repatriación de dividendos de la operación local. Dentro de Venezuela, las empresas operan con bolívares (moneda nacional). Al enviar dinero a sus sedes, tienen que convertirlos a dólares. Ese trámite, además de arduo, implica pérdidas debido a los tipos de cambio y la inflación.
En 2012, para comprar un dólar bastaban 4,3 bolívares. En 2015, ya hacían falta 12 bolívares. Este año, el billete norteamericano ya llegó a 511 bolívares, según informó el Banco Central la última semana de mayo.
Regulando el dinero
Venezuela, una de las mayores reservas petroleras del mundo, articuló en la última década un Estado a partir del apogeo de las materias primas. Los ingresos por la exportación fueron decisivos también para la construcción del liderazgo de Hugo Chávez.
Con la posterior caída de las regalías, la máquina fue perdiendo recursos y sus programas se fragilizaron. Como resultado, el socialismo terminó por hacer agua en manos de su sucesor, un errático Nicolás Maduro que toma medidas cada vez más extremas.
Represión de manifestaciones, prisión de disidentes, expropiaciones, cierre de fronteras y exabruptos diplomáticos se han vuelto moneda corriente el último año, cuando la crisis económica ya provocó desabastecimientos, cortes de energía y una inflación que podría cerrar 2016 cerca de 1.500%.
Una isla
En ese escenario, el régimen, que estaría en el límite de sus reservas de oro, intensificó las restricciones financieras que rigen desde 2003.
Esas dificultades de acceso a moneda extranjera son las que han llevado a las empresas internacionales a tomar decisiones también extremas, como la de retirarse.
La Asociación Venezolana de Líneas Aéreas (ALAV) calcula que las aerolíneas tienen unos 3.700 millones de dólares retenidos. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata) habla de 3.900 millones. En el caso de Lufthansa y GOL, el monto ronda los 100 millones de dólares, mientras que el grupo LATAM reclama 148 millones.
Tras informar en abril que por ahora sólo "monitorea" la situación, Aerolíneas Argentinas, que fue una aliada del bolivarianismo durante el mandato de Cristina Kirchner, tiene vuelos de Buenos Aires a Caracas a precios que son más del doble de un vuelo Buenos Aires-Madrid.
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