En este momento quien iba a un cajero tenía que pagarle al banco que tenía la tarjeta y al banco titular del cajero, (es decir) dos comisiones. A partir de ahora eso se acaba, la única comisión se la paga un banco a otro y luego el banco se entiende con el cliente", indicó Mariano Rajoy en una entrevista.
La polémica en torno al cobro de las comisiones la inició en marzo Caixabank al decidir cobrar dos euros fijos a los no clientes en los cajeros de su propiedad, estrategia que anunciaron seguirían BBVA y Santander.
Debido a que el banco titular de la tarjeta puede cobrar una comisión adicional o ‘tasa de intercambio’ de entre 0,65 y 1,50 euros a su cliente por el uso de cajeros ajenos, la extracción de efectivo puede superar en algunos casos los 3 euros, según diversas asociaciones de usuarios.
La medida ha suscitado una gran polémica y miles de quejas de usuarios que han llevado al propio Banco de España a advertir contra la doble comisión en los cajeros.
El cobro de estos recargos fijos por parte de la gran banca se produce en un momento de tipos de interés en mínimos que han empujado al sector a buscar ingresos vía comisiones por el cobro de todo tipo de servicios financieros.
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