Existen muchas opciones de inversión en el mercado, pero no todas son adecuadas para los inversores conservadores
Depósitos y préstamosDirigentes Digital
| 22 feb 2024
¿Te gustaría invertir tu dinero y obtener una buena rentabilidad, pero sin arriesgarte a perderlo todo? Si eres de los que prefieren la seguridad a la incertidumbre, este artículo es para ti.
Existen muchas opciones de inversión en el mercado, pero no todas son adecuadas para los inversores conservadores. Algunas implican un alto nivel de riesgo, como las acciones, las criptomonedas o los fondos de inversión de renta variable. Estas pueden ofrecer grandes beneficios, pero también grandes pérdidas.
Por eso, si quieres invertir con poco riesgo, debes elegir productos financieros que te garanticen la recuperación de tu capital, o al menos una parte importante de él, y que te ofrezcan una rentabilidad moderada pero constante. En este grupo entrarían las denominadas inversiones seguras.
A continuación, te presentamos cuatro alternativas de inversión que cumplen con estos requisitos y que pueden ayudarte a rentabilizar tu dinero si eres alérgico al riesgo, para así poder contar con un buen PIAS (Plan Individual de Ahorro Sistemático)
Son productos bancarios que consisten en prestar tu dinero a una entidad financiera durante un periodo de tiempo determinado, a cambio de recibir unos intereses al finalizar el plazo.
Su ventaja es que son muy seguros, ya que están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) hasta un máximo de 100.000 euros por titular y entidad. Además, su rentabilidad es fija y conocida de antemano, por lo que no depende de las fluctuaciones del mercado.
Su principal desventaja radica en la baja rentabilidad y la baja liquidez, pero se reduce si la inversión es a largo plazo.
“Invertir a largo plazo es la mejor forma de reducir el riesgo de las inversiones”, asegura Javier Hidalgo Criado, experto en finanzas de Inversimply.
Son títulos de deuda que emite el gobierno de un país para financiarse, y que los inversores compran con la promesa de recibir unos intereses periódicos y el reembolso del capital al vencimiento. Al tratarse del Estado, la probabilidad de impago es casi nula, principalmente en países desarrollados y con una buena calificación crediticia, además de que ofrecen rentabilidad fija y una buena liquidez.
Son productos financieros que invierten en activos de deuda, como bonos, obligaciones, letras o pagarés, emitidos por entidades públicas o privadas, diversificando los riesgos entre varios emisores y tipos de activos, que los hacen una inversión bastante segura, con una rentabilidad superior a las dos anteriores, y liquidez inmediata, aunque su rentabilidad no es fija ni garantizada.
Son productos de ahorro a largo plazo que tienen como objetivo complementar la pensión pública de jubilación. Consisten en realizar aportaciones periódicas a un fondo de inversión, que se puede elegir según el perfil de riesgo del inversor, y que se recupera al llegar la edad de jubilación. Es flexible, con rentabilidad potencialmente alta y beneficios fiscales.
Recuerda que antes de invertir, debes informarte bien y elegir lo que mejor se adapte a tu perfil.
“Adaptar el riesgo a tu perfil de inversión es importante para poder dormir tranquilo con tus inversiones”, concluye Javier Hidalgo Criado, experto en finanzas de Inversimply.