DIRIGENTES entrevista a la presidenta de UNESPA, Mirenchu del Valle Schaan
SegurosIsabel Garrido
| 01 abr 2024
A punto de cumplir un año como presidenta de UNESPA, Mirenchu del Valle Schaan charla con DIRIGENTES para analizar estos primeros meses de mandato y abordar algunas cuestiones como la evolución del ahorro en España o la importancia de la colaboración público-privada. Además, desde su nueva posición también reivindica una revisión del concepto de riesgo extraordinario para adaptarlo a los efectos del cambio climático.
La verdad es que han sido unos meses ciertamente intensos. Aunque formaba parte de la casa desde hace muchísimos años, la asunción de nuevas responsabilidades constituye una oportunidad para retomar contacto con mucha gente y conocer también a personas nuevas. Nuestra actividad institucional ha sido intensa desde la pasada primavera hasta hoy.
Pero no es para menos. Hay debates relevantes encima de la mesa en los que el sector asegurador tiene mucho que aportar, como pueden ser el envejecimiento, la movilidad o el cambio climático. Igualmente, la agenda normativa está siendo especialmente intensa, tanto a nivel nacional como europeo. A lo largo de 2023 se han tramitado varios dosieres normativos de carácter relevante. Muchos destacan, además, por ser normas de carácter transversal. Es decir, son textos legislativos que afectan a todos los sectores de actividad y que abarcan la actividad financiera con carácter general (banca, seguros, mercados…). Ante estas normas nos encontramos siempre con el reto añadido de tener que trasladar las peculiaridades del seguro, pero creo que hemos sido capaces de hacerlo en textos como, por ejemplo, el que regula la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero o la Ley de Servicios de Atención a la Clientela.
Merece la pena destacar que este año se han sentado las bases para el desarrollo del segundo pilar de la previsión social complementaria en España (ahorro para la jubilación en el ámbito de las relaciones laborales), si bien no debemos olvidar que también necesitamos el tercer pilar (ahorro individual).
También quiero subrayar la importancia de algunos acuerdos alcanzados bajo la presidencia española de la Unión Europea (UE), como la revisión de Solvencia II por parte de la UE. El texto final respeta el ajuste por casamiento que se practica en España y se ha formulado de tal forma que conlleva una reducción significativa de las cargas de capital, algo que redunda en beneficio del cliente.
Desde el sector asegurador compartimos el objetivo del Gobierno de fomentar el segundo pilar de la previsión social e incorporar a él a colectivos que no formaban parte de estos esquemas de ahorro, como las pymes y los autónomos. Es una excelente oportunidad para desarrollar el ahorro colectivo, que en España todavía tiene mucho camino por recorrer. Todas las iniciativas dirigidas a impulsar el ahorro, en cualquiera de sus facetas, son bienvenidas.
Sin embargo, hay puntos que se pueden mejorar. Hasta que los trabajadores por cuenta propia y los autónomos cuenten con un sistema de empleo de su sector o empresa al que contribuir, sería positivo establecer un régimen transitorio que les permita realizar aportaciones superiores a sus sistemas de previsión social individual con el compromiso de trasladarlas luego a los sistemas de empleo una vez constituidos.
Además, dado que no todo el mundo puede tener acceso a un sistema de empleo por sus circunstancias personales, consideramos necesario que se permita ahorrar hasta 5.000 euros al año a través de instrumentos individuales. Proponemos esta cantidad porque es el límite establecido por las diputaciones forales del País Vasco, donde se mantiene el impulso a la previsión social en todas sus variantes.
Otro aspecto que convendría modificar a corto plazo, si se quiere impulsar la previsión social en el ámbito de las Administraciones Públicas, sería reactivar el plan de pensiones de empleo de la Administración General del Estado, cuyas aportaciones llevan suspendidas desde 2011.
Adicionalmente, consideramos imprescindible mejorar, por un lado, la información sobre la pensión pública esperada a través de cartas informativas para los cotizantes (sobre naranja) y, por otro, impulsar la educación financiera.
Nos enfrentamos, en España y en todos los países desarrollados, con un reto esencial que es el del envejecimiento de la población. Para hacer frente a los problemas que se derivan de esta situación hace falta que todos los actores, tanto las Administraciones Públicas como las empresas privadas, trabajemos coordinados para lograr una mayor eficiencia de los recursos porque el envejecimiento demográfico impacta sobre cuestiones como el gasto sanitario, las pensiones o la dependencia.
Desde UNESPA siempre hemos apostado por una colaboración público-privada del sector asegurador en el ámbito de la asistencia sanitaria. El modelo de colaboración público- privada de las mutualidades de funcionarios es un caso de éxito en España. Creado en 1975, ha demostrado su utilidad para atender a un colectivo significativo. Cada año, el 80% de los mutualistas de MUFACE, ISFAS y MUGEJU se decantan por ser atendidos por la sanidad privada. Hablamos de 1,7 millones de personas que, insisto, cada año eligen al seguro para cuidar de algo tan importante como su salud y la de sus seres queridos.
En materia de jubilación, entre tanto, los organismos internacionales de referencia aconsejan contar un sistema de retiro basado en tres pilares. El primero está representado por la pensión pública. El segundo, por los recursos acumulados a través de instrumentos colectivos de pensiones vinculados a las relaciones laborales. Y el tercero, corresponde al ahorro que cada ciudadano puede realizar a título particular. Los sistemas de reparto (pensión pública) y capitalización (ahorro privado) se complementan entre sí. De esta forma, aquellos países que cuentan con un sistema de previsión basado en tres pilares serán los países donde la ciudadanía contará con un mayor poder adquisitivo a medio y largo plazo. Esto es porque la previsión social complementaria permite a las personas mantener el nivel de vida que disfrutaron mientras estaban en activo cuando llega la edad de retiro.
Otro campo donde el Estado y el sector privado pueden colaborar es en la protección frente a fenómenos naturales. Es importante que la sociedad española sea consciente de los déficits de protección a los que se encuentra expuesta y sepa cómo abordarlos. Los sucesos meteorológicos son cada vez más frecuentes, tienen una mayor intensidad y afectan a extensiones de terreno más amplias. Ante esta realidad, es necesario que las Administraciones y el seguro potencien su colaboración.
Hemos cerrado 2023 con unos datos bastante positivos, lo que demuestra el valor creciente que ciudadanos y empresas otorgan a estar protegidos. No obstante, desde UNESPA no solemos hacer valoraciones de la evolución de negocio a futuro, pero nos encantaría repetir datos como estos porque eso significa que se ha reducido la brecha de aseguramiento.
Nuestro deseo es que el peso del negocio de vida en España se vaya aproximando al que tiene en otros países europeos de nuestro entorno, en los que el negocio asegurador se reparte casi a partes iguales entre los ramos de vida y no vida. En España, existe todavía recorrido para el negocio de ahorro. La evolución del seguro de vida ahorro en 2024 dependerá, efectivamente, de la evolución de los tipos de interés, si bien no creemos que el entorno vaya a ser muy diferente al de 2023. Estimamos que la reducción de los tipos de interés por el Banco Central Europeo (BCE) será muy paulatina, dado que la inflación no está totalmente controlada.
La subida de los tipos de interés de 2023 fue positiva para los seguros de vida ahorro, en la medida en que ha permitido recuperar una oferta de productos muy demandados por los ciudadanos, como son los productos garantizados a vencimiento. Con tipos de interés más altos, las entidades están en disposición de ofrecer a los clientes productos garantizados con rentabilidades más atractivas.
Por otro lado, no debemos olvidar que la buena evolución de los mercados financieros también propició un incremento de la demanda de los seguros Unit-Linked.
A pesar del contexto de tipos favorable, algunas alternativas de previsión a largo plazo tienen obstáculos que dificultan su desarrollo. Los planes de pensiones individuales y los planes de previsión asegurados, por ejemplo, están siendo desincentivados fiscalmente en los últimos años. El nivel de aportaciones fiscalmente deducible se ha limitado a 1.500 euros al año, lo que sin duda ha afectado a su desarrollo en 2023.
Por lo que respecta a la evolución de los planes de pensiones de empleo, todavía es pronto para ver los efectos de la reforma que ha llevado a cabo el Gobierno para impulsar la previsión social empresarial.
Desde UNESPA reclamamos una revisión del concepto “riesgo extraordinario” para adaptarlo a los efectos del cambio climático. Se debe prestar una especial atención a los sucesos más habituales como pueden ser la nieve, el pedrisco o las lluvias extraordinarias. Cada vez se producen sucesos meteorológicos más intensos, más frecuentes y que afectan a áreas geográficas más amplias.
Efectivamente, tenemos una presencia muy activa en las instituciones de carácter multilateral del mundo asegurador. Insurance Europe es la federación que agrupa a las asociaciones europeas de aseguradoras. Una elevada proporción de la legislación que afecta al seguro español se gesta en Europa. Por eso, es fundamental que formemos parte de la organización de referencia de las aseguradoras en el ámbito comunitario. Debo decir con orgullo, además, que con el paso de los años UNESPA tiene cada vez más peso en Insurance Europe. Participamos en la formación de posiciones de la industria europea en todos los proyectos relevantes porque somos conscientes de que la mejor forma de defender el seguro español es estando más presentes en Europa.
También está la Federación Mundial de Asociaciones de Aseguradoras (GFIA). Esta es la gran organización del seguro mundial, de la que somos socios fundadores. No hay que perder de vista que cada vez hay más iniciativas que se gestan en el ámbito multilateral global. Por último, pertenecemos a la Federación Interamericana de Empresas de Seguros (FIDES), que nos permite tener una relación cercana con nuestras asociaciones hermanas de América. Tanto de Estados Unidos como de los países de habla española y portuguesa.
La pertenencia a todas estas organizaciones nos permite participar activamente en los debates que, en torno al seguro, se desarrollan en Europa, América y el mundo.