De la mano de Self Bank desgranamos las ocho claves principales para que la cartera no sufra. Una serie de claves, en palabras de la firma, para "organizar unas buenas vacaciones, a la vez que se ahorra dinero y que estos días no desbaraten la economía doméstica".
– Elegir la fecha: Por lo general, el periodo vacacional se concentra en los meses de julio, agosto o septiembre, fechas en el que los costes de alojamiento suben. Sin embargo, salir de vacaciones en meses considerados temporada baja puede suponer un gran ahorro.
– Planificar con tiempo: Algunas situaciones laborales no permiten elegir las fechas de vacaciones con mucha antelación, aunque lo idóneo sería poder hacerlo cuanto antes para elegir el destino en función de precios y ofertas o descartar otros por suponer un coste desorbitado en determinadas fechas.
– Agosto, ¿sí o no?: Para el sector turístico, el mes de agosto genera el mayor porcentaje de ingresos, sobre todo para el sector servicios y compañías aéreas, pero para los viajeros puede no ser el momento más adecuado para viajar, ya que los lugares más demandados están al límite de ocupación, se producen retrasos y sufre más el bolsillo.
– Buscar ofertas: La mejor opción es organizar el viaje uno mismo, así se eliminan los intermediarios, y el ahorro de costes puede ser significativo. Para ello, es importante emplear buscadores de vuelos que ofrecen los mejores precios de las distintas compañías para el trayecto deseado. Para encontrar buenos precios es recomendable hacer la reserva al menos con ocho semanas de antelación antes de la fecha de salida, según indican desde el buscador Skyscanner. También existen numerosos portales para localizar las mejores ofertas en alojamientos.
– Crear alertas: El desembolso que supone la adquisición del billete de avión es uno de los mayores del viaje. En ciertos buscadores se pueden crear alertas que avisan si el precio del vuelo seleccionado varía. Además, es recomendable hacer un seguimiento diario para ver cómo evolucionan el precio de los vuelos antes de hacer la reserva. Hay que tener en cuenta que a veces sale más rentable adquirir el billete desde la página de la propia compañía, ya que así se ahorran los costes de gestión y las comisiones de buscadores y agencias.
– Reservas con cancelación gratuita: Existen portales para encontrar hoteles que cuentan con la opción de cancelar de forma gratuita hasta el mismo día de la reserva, por lo que si se encuentra un alojamiento bueno y barato se puede coger con antelación y cambiarlo si posteriormente se localiza una posibilidad mejor y más económica.
– Social travel: El término viaje social, que está ganando adeptos en los últimos años, se refiere a la forma en la que los viajeros interactúan con otros en cualquier lugar y, de este modo, obtener información del destino, conocer gente y compartir momentos. A través de estas redes se puede elegir destinos, buscar trayectos, compartir medio de transporte o, incluso, alojamiento a través de páginas como couchsurfing.com, hospitalityclub.org, bewelcome.org o airbnb.com. El uso de estas plataformas pueden suponer un importante ahorro en el cómputo global de las vacaciones.
– Control del gasto: Controlar el gasto es el primer paso para empezar a ahorrar. Existen herramientas propias de las cuentas bancarias que permiten etiquetar los gastos para conocer en qué se emplea el dinero. También se pueden utilizar aplicaciones móviles para gestionar el dinero.
En concreto, Victoria Torre, responsable de desarrollo de contenidos, productos y servicios de la entidad, resume: "Cuánto mejor planifiquemos el viaje, con más antelación empecemos a organizarlo y más información busquemos sobre diferentes tipos de alojamientos o de formas de transporte, mayor ahorro supondrá para la economía doméstica. Además, es importante estar atento a ofertas, promociones o, incluso, decantarse por los social travel que pueden ayudar a reducir el coste global de las vacaciones".
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