Los riesgos geopolíticos siempre han preocupado al mercado, y no iba a ser menos en este 2020. “La política representa el mayor riesgo para la paz y la prosperidad a principios de 2020”, asegura Bert Flossbach, cofundador de Flossbach von Storch. Los argumentos en los que se basa el cofundador de la gestora es que el “nacionalismo y el proteccionismo se están extendiendo”.
“Estados Unidos y China están luchando por la supremacía económica y tecnológica, lo que hace improbable una mejora a largo plazo en las relaciones entre los dos países”, explica Flossbach. Por lo tanto, según el experto, esta tregua comercial solo será momentánea y a largo plazo las tensiones volverán a aparecer.
“El sistema internacional de libre comercio establecido por la Organización Mundial del Comercio (OMC) hace 25 años en Ginebra, es una historia de éxito que ha contribuido significativamente al bienestar de sus miembros”, asegura Bert Flossbach. “Sin embargo, la crisis del multilateralismo no surgió cuando Donald Trump asumió el cargo. Incluso sus oponentes están de acuerdo cuando afirma que China ha utilizado inteligentemente su condición de mercado emergente para obtener ventajas comerciales, y ha utilizado sus empresas estatales para comprar empresas en el extranjero, algo prohibido para las empresas occidentales en China”.
El riesgo de estas tensiones conduce hacia un nuevo orden mundial que pone en riesgo la globalización que ha generado grandes avances. “El estímulo del crecimiento que trajo la globalización más allá de los mercados emergentes perderá fuerza e incluso podría dar un giro. Esto conduciría a tasas de crecimiento global más bajas y a una inflación más elevada”, agrega el cofundador de Flossbach von Storch. Lejos de ver motivos para la esperanza, desde la gestora teutona comentan que esperan una desaceleración del crecimiento debido a la política comercial.
Cambio climático
Además de la guerra comercial, otro riesgo citado por Bert Flossbach se encuentra en el cambio climático. Considera que los efectos de este fenómeno podrían retrasar las tasas de crecimiento. Algo que se ve respaldado en los pronósticos del FMI, que espera que la renta global real per cápita disminuya un 0,8% para 2030 si el calentamiento global no cesa.
“La carga que soportan los contribuyentes, las empresas y los presupuestos gubernamentales debido al cambio climático tendrá un pequeño o gran efecto en el crecimiento económico dependiendo de lo mucho o de lo poco que se haga en este sentido, o de si se toman o no las decisiones correctas. Acciones como la declaración del estado de «emergencia climática» por parte del Parlamento Europeo, podrían representar en última instancia un peligro para la democracia porque, como sabemos, las leyes de emergencia autorizan todas y cada una de las intervenciones concebibles en la economía y la vida de los ciudadanos. Esto pondría en peligro no solo la economía, sino también la paz social y, al final, incluso el medio ambiente”, sostiene.
2020-02-07 17:21:45