Ford reporta en este periodo su primera pérdida trimestral en la región de Asia Pacífico en tres años. Las ventas en la región y en Estados Unidos han caído por debajo de las previsiones, lo que ha repercutido en unos beneficios más débiles de lo esperado.
Además, la compañía ha advertido de que sus previsiones apuntan a que las ventas en Estados Unidos sigan cayendo en la segunda mitad del año, lo que dañará los beneficios el resto del 2016. En este trimestre, las ventas en América del Norte han supuesto para Ford el 90% de sus beneficios antes de impuestos, un total de 2.990 millones de dólares.
La compañía espera que la economía estadounidense crezca entre un 1,9% y un 2,3% este año, por debajo de las previsiones previas que auguraban entre un 2,1% y un 2,6%.
La compañía consiguió entre abril y junio 1.970 millones de dólares de beneficio frente a los 2.160 millones de dólares que ganó en el mismo periodo de 2015. Los ingresos en este segundo trimestre han ascendido a 39.500 millones, un 6% más que el año anterior, y por encima de las estimaciones de los analistas, que apuntaban a los 36.300 millones de ingresos.
Según el director financiero de Ford, Bob Shanks, la automovilística mantiene su previsión de igualar o mejorar el beneficio antes de impuestos del año pasado, de 10.800 millones de dólares, aunque avisa de que un mercado norteamericano más débil podría truncar dicho objetivo.
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