Por el contrario, añaden estos analistas, la libra podría aún estar “un poco sobrevalorada” y, por tanto, seguir cayendo desde los ya bajos niveles actuales. Si bien el FMI, en su World Economic Outlook (WEO por sus siglas en inglés) de octubre, apunta a que el déficit por cuenta corriente de Reino Unido se reducirá “drásticamente” en 2017, lo cierto es que, en el plazo de cinco años (el medio plazo) se sitúa aún muy por encima del 3% del PIB, límite que el Peterson Institute for International Economics (PIIE) considera que es consistente con el equilibrio externo. De hecho, las estimaciones actuales para dicho horizonte temporal son mayores que las del anterior informe de abril. “Esto puede parecer sorprendente”, reconoce la firma. Pues, la libra ha caído con fuerza desde que se elaboraran dichas previsiones, mientras que el mismo FMI ha rebajado los pronósticos de crecimiento de Reino Unido. “Por su puesto, los nuevos cálculos del organismo pueden ser demasiado pesimistas”, añaden. Y es que, por ejemplo, el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) reduce a la mitad el plazo en el que se alcance el ratio de equilibrio balanza cuenta corriente/PIB. Con todo, Capital Economics cree que Reino Unido aún está lejos de la sostenibilidad en este sentido, por lo que “aún no parece justificada una recuperación de la libra”. Un indicador más, concluyen, que apoya su previsión de que “tras desplomarse, es poco probable que la divisa británica rebote”. Estiman que cierre 2016 en los 1,25 dólares y 2017 en los 1,20.
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