Francia carga contra Alemania por la idea del Grexit

Durante las negociaciones que ha mantenido durante los últimos seis meses el Gobierno de Tsipras con sus socios comunitarios, no se había visto ninguna fisura en el eje franco-alemán. Tanto Hollande como Merkel, se han mantenido sincronizados y firmes en su postura ante las demandas de Atenas, aunque Francia siempre ha jugado un papel más conciliador. En los sucesivos Eurogrupos, Grecia chocaba una y otra vez con un bloque de 18 socios disciplinados en una posición única.

Pero las duras negociaciones con Grecia, que todavía no han terminado para cerrarse el tercer rescate, han desgastado los lazos políticos entre el Gobierno francés y alemán. Desde que la Unión Europea está en funcionamiento, hay un pacto de silencio entre Berlín y París para no criticarse públicamente. Y por primera vez desde que se desencadenó la crisis del euro en 2008, un alto cargo de la República francesa se ha atrevido a criticar a su vecino.

En una entrevista con el periódico Handelsblatt, el ministro de Finanzas galo, Michel Sapin ha afirmado que su homólogo germano asegurado que Wolfgang Schäeuble se equivocó al poner sobre la mesa la posibilidad de que Grecia saliera temporalmente fuera del euro, hace un mes en pleno momento crítico de las negociaciones con Atenas. Según el francés, la solución que manejó Alemania abría la puerta a que nuevos Estados optaran por salir de la moneda única para recuperar su política monetaria al afrontar problemas económicos.

El mensaje de Sapin es calculado porque en la misma entrevista enfatiza que París y Berlín tienen que trabajar juntos para avanzar en la integración europea. Además, de excusar la propuesta de Grexit de Schäeuble como una muestra de su voluntad de hacer una Europa más fuerte.

A las declaraciones de Sapin, se une que desde la Cancillería se ha filtrado que no confían  en que se pueda cumplir el calendario para la apertura de las negociaciones de un tercer paquete de ayuda a Grecia.El Ejecutivo alemán defiende que la agenda prevista por la Comisión Europea (CE) para estas negociaciones es demasiado estrecha, ya que implicaría convocar una nueva sesión extraordinaria del Parlamento federal, el Bundestag, a mediados de agosto, a la que someter la aprobación de esas ayudas.

Las negociaciones del tercer deben culminar el 10 de agosto, a lo que deberá seguir la aprobación a escala del Eurogrupo por los ministros de Finanzas, al día siguiente, y la consiguiente ratificación por cada uno de los estados miembros, incluida Grecia. En Alemania es preceptivo que tal ratificación corra a cargo del Bundestag, para lo que debería convocarse una nueva sesión extraordinaria, como ocurrió con la que dio el visto bueno a la apertura de negociaciones, el pasado 17 de julio, en plena pausa estival.

La cámara de diputados dio entonces luz verde a la propuesta defendida por la canciller alemana, Angela Merkel, para un tercer rescate a Grecia, avalada con los votos de la gran coalición entre cristianodemócratas y socialdemócratas y parte de la oposición y pese a presentarse unos 40 votos disidentes entre las filas gubernamentales. Un eventual incumplimiento de esta apretada agenda implicaría un problema de liquidez para Grecia, ya que para el 20 de agosto deberá transferir al Banco Central Europeo (BCE) 3.200 millones de euros.

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