Aunque el rally post-electoral de Wall Street se ha contagiado a Europa, lo cierto es que mientras las índices neoyorquinos han marcado un máximo detrás de otro, la renta variable del Viejo Continente, lastrada por la banca y el riesgo político, no ha logrado alcanzar las cotas del otro lado del Atlántico. La recapitalización del sector financiero italiano parece en marcha, con menos ‘dolor’ del previsto, y hasta la multa a Deutsche Bank por las hipotecas subprime ha sido inferior a lo esperado. Tampoco ha tardado mucho la república transalpina en formar gobierno tras el referéndum constitucional que se llevó por delante a Matteo Renzi. Sin embargo, por muchos escollos que supere la región (un año sin Ejecutivo en España o el inesperado Brexit también destacan entre los ‘inconvenientes’ de este año), las ‘nubes’ de la inestabilidad política planean sobre el horizonte. De hecho, desde Capital Economics afirman tajantes que, a pesar de que descartan una ruptura de la Zona Euro, el crecimiento se verá frenado “por la incertidumbre política, el aumento del riesgo de crédito y las reformas bloqueadas”. Es más, añade, incluso en ausencia de riesgo político, “la inflación creciente pesará sobre el gasto del consumidor, ralentizando la recuperación en 2017”. Elecciones en Francia y en Alemania. Tras los acontecimientos recientes quizá también en Italia y Grecia… Comicios en los que los partidos euroescépticos podrían ganar terreno, “presionando a favor de una política fiscal más flexible (positivo) que se verá compensada por un incremento de los costes de endeudamiento, ante el riesgo de ruptura del euro, y su oposición a las reformas que impulsan el crecimiento”. Mientras, Natixis Global Asset Management (AM) apuesta por una mejora del PIB de la región, pues lo peor para España, Portugal o Grecia “ya ha pasado”, pero esperan un “divorcio desordenado entre Reino Unido y la UE” y esto será un lastre. Por su parte, Peter Bentley, responsable de crédito global en Insight, boutique de BNY Mellon, afirma: “Desde una perspectiva top-down, los inversores necesitan ser cada vez más conscientes del riesgo de acontecimientos políticos adversos. En 2017, Alemania y Francia celebrarán elecciones en un entorno en el que movimientos políticos separatistas marginales tratan de consolidar un respaldo creciente del electorado”. En este contexto, desde Pioneer Investments creen que “cobertura, estrategias de protección y diversificación” serán claves “para abordar el riesgo geopolítico”. A este respecto, apuntan: “El oro podría ayudar a suavizar los posibles repuntes de volatilidad, al igual que los activos inmobiliarios de una forma más general, que podrían ofrecer protección frente a la inflación y tener una menor correlación con clases de activo tradicionales que resultaría útil en fases de estrés en los mercados”.
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