El sector servicios aporta a la economía española el 70% del PIB y da trabajo al 65% de la población laboral. Los indicadores adelantados dan señales de fatiga. El Índice de Actividad Comercial ajustado estacionalmente registró 54,1 puntos en febrero, cinco décimas menos que en enero, según la consultora que elabora el índice.
El ritmo de crecimiento se ralentizó por tercer mes consecutivo y fue el más débil desde noviembre de 2014, después de un aumento de la actividad ininterrumpido desde noviembre de 2013 gracias a la mejora del clima económico y al aumento de las ventas, indica la firma. El índice se elabora en una escala sobre 100. Si supera los 50 puntos, se considera que el sector está en expansión.
El ritmo de expansión de los nuevos pedidos se ralentizó en febrero, el más débil en quince meses, destacan los expertos. La incertidumbre política también fue uno de los factores responsables de la primera reducción de los pedidos pendientes de realización en cuatro meses. No obstante, el ritmo de declive fue sólo marginal.
Las empresas de servicios siguieron aumentando el empleo durante febrero, y a un ritmo sólido. El desarrollo de nuevos proyectos ha contribuido a la necesidad de contratación, según las empresas encuestadas. El sector del transporte y almacenamiento registró el incremento más rápido de los niveles de personal, y este sector también lideró el crecimiento de la actividad y de los nuevos pedidos.
La firma destaca que el estancamiento político en España también tuvo un impacto negativo en la confianza entre las empresas de servicios en febrero, aunque las empresas se mostraron optimistas sobre las perspectivas de crecimiento de la actividad, la confianza cayó a su mínima de seis meses.
Respecto a la zona euro, en febrero se registró una desaceleración generalizada de la economía del sector privado de la zona euro. El ritmo de expansión de la actividad total se atenuó en Alemania, Italia, España e Irlanda, mientras que en Francia cayó en territorio de contracción por primera vez en trece meses. La presión sobre los precios también se mantuvo a la baja, ya que tanto los precios cobrados como los precios pagados se redujeron levemente. El Índice PMI Compuesto final de Actividad Total de la Zona Euro de Markit decreció hasta el nivel 53 puntos en febrero, su lectura más baja desde enero de 2015, pero se situó por encima de su estimación flash precedente de 52.7. Los ritmos de crecimiento de la producción en el sector manufacturero y de la actividad en el sector servicios se ralentizaron hasta sus mínimas de doce meses y trece meses respectivamente.
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