Descubre los mejores consejos para ahorrar dinero mes a mes de manera sencilla y sin esfuerzo excesivo.
Patricia Malagón
| 19 feb 2024
Ahorrar es un hábito que todas las personas que generen ingresos mensuales deberían practicar para garantizarse una estabilidad financiera futura y un mejor nivel de vida. Decidir no gastar hoy, para tener más mañana es, sin duda, una fórmula de éxito esencial en las finanzas personales, independientemente del nivel de renta que tenga cada persona. Por eso, vamos a analizar los mejores consejos para ahorrar dinero mes a mes de una manera sencilla y sin que suponga un esfuerzo excesivo.
Ahorrar debe estar en la lista de tareas mensuales de todas las personas. Por eso, la mejor manera de empezar es destinando una pequeña parte de los ingresos al ahorro. Para que no suponga un gran esfuerzo, se recomiendo empezar destinando un 10% del salario o ingresos mensuales. De esta manera, el hábito se puede aplicar a cualquier nivel de renta. Si, por ejemplo, se ingresan 1.100 euros, lo ideal sería destina 110 euros al ahorro.
Es posible que haya meses en los que no se pueda aplicar esta norma y otros en los que, en lugar de un 10%, se pueda ahorrar un 20% o un 5%. Pero, el objetivo debería ser llegar a final de año con un 10% del total de lo ingresado en nuestra cuenta de ahorro.
Según los expertos de Bank of America, una manera ideal de ahorrar es ser consciente de lo que se gasta. Muchas veces, no es necesario ganar más, sino gastar menos. Al ver sobre papel todos nuestros gastos mensuales podemos ser más conscientes de ellos y tomar decisiones al respecto. Posiblemente, haya suscripciones a plataformas que no se utilizan mucho y merman el ahorro, gastos en ocio que se pueden limitar u otros gastos, que parecen mínimos, pero que merman nuestra capacidad de ahorro.
Uno de los mejores consejos para ahorrar dinero mes a mes es crear un presupuesto. La organización de las finanzas es fundamental. Por tanto, es mejor poner sobre el papel los gastos fijos y variables de cada mes para no salirnos del presupuesto y saber cuánto podemos ahorrar. Así, podremos saber qué parte se puede destinar a los gastos como hipoteca, alquiler, pago de suministros, compra de bienes esenciales, ocio y cuál es el restante.
Otro consejo que puede ser de gran utilidad para ahorrar dinero mes a mes es hacerlo de forma automática. Esto se puede hacer creando una cuenta adicional en el banco o, incluso mejor, teniendo una cartera de inversiones en las que destinar ese porcentaje ahorrado todos los meses para que, además de ahorrar, nuestro dinero crezca sin que tengamos que hacer nada. Pero, sobre todo, para que el ahorro no pierda valor.
Ahorrar puede tener muchas finalidades diferentes. Pero, lo cierto es que deberíamos contemplar dos objetivos de ahorro diferentes. Primero, el ahorro para el corto plazo, que es aquel que popularmente se conoce como ‘colchón’ financiero y nos sirve para hacer frente a gastos imprevistos, como una avería del coche o tener que comprar un nuevo electrodoméstico. En este tipo de ahorro también entraría guardar dinero para las vacaciones de verano o para comprarse un coche o un nuevo ordenador.
Segundo, el ahorro para el largo plazo, que es el que busca una mejor estabilidad financiera de futuro, de cara a la jubilación o a comprar bienes de mayor valor, como una casa, por ejemplo.
En este caso, deberíamos destinar una parte de ese 10% del que hemos hablado al ahorro a corto plazo y, otro al largo plazo. Ahora bien, una vez que hayamos logrado una meta financiera para crear ese ‘colchón’, deberíamos destinar mayor porcentaje al ahorro a largo plazo.
Así, podemos fijarnos un objetivo de 10.000 euros – o cualquier otra cantidad en función de nuestro nivel de vida – para nuestro colchón financiero de corto plazo y el restante destinarlo al ahorro a largo plazo, que como veremos en el punto siguiente, deberíamos tenerlo invertido para que no pierda valor.
Ahorrar es esencial para tener una buena salud financiera. Pero, no es suficiente. La inflación, que suele ser del 2% anual, hace que nuestro dinero pierda valor año a año. Es decir, para comprar cualquier producto dentro de 10 años necesitaremos un 20% más de dinero. Esto, aplicado al ahorro, hace que nuestro dinero en 10 años pueda comprar un 20% menos de cosas. Por eso, para poder evitarlo, la inversión es la única alternativa.
Pero, veámoslo con un ejemplo. Si tenemos 20.000 euros ahorrados y los dejamos durante 10 años en una cuenta bancaria, sin invertir ese dinero, al final del periodo nuestro dinero equivaldrá a 16.000 euros. Es decir, en términos nominales seguiremos viendo que tenemos 20.000 euros, pero ese dinero podrá adquirir el equivalente a 16.000 euros porque habremos perdido un 2% del valor cada año.
Si en lugar de dejar parados los 20.000 euros, hubiéramos invertido en un fondo, plan de pensiones o cualquier otro producto que nos hubiera rentado un 3% anual, tendríamos 26.878 al final del periodo. Si lo ajustáramos a la inflación, tendríamos 22.878 euros. Esto supone que, no solamente hubiéramos mantenido el poder adquisitivo de nuestros 20.000 euros, sino que en términos reales habríamos ganado 2.878 euros más. La diferencia entre invertirlo y no es de 6.878 euros.