Opinión de Nacho Hontoria, Digital Contents Lead de Bit2Me
Nacho Hontoria
| 31 oct 2024
La tokenización se perfila como una de las tendencias más transformadoras en los mercados financieros. Esta tecnología, basada en blockchain, está permitiendo que activos como bienes inmuebles, obras de arte y productos financieros se fragmenten en unidades más pequeñas, dando lugar a una nueva era de inversión más accesible y eficiente. En este escenario, gestoras de fondos de primer nivel como BlackRock han comenzado a dar pasos significativos, lanzando fondos tokenizados y marcando un punto de inflexión en el sector.
Desde hace algunos años, la industria financiera ha estado experimentando con blockchain y las criptomonedas, explorando cómo estas tecnologías pueden mejorar procesos tradicionales. La tokenización va un paso más allá al ofrecer un sistema más transparente, descentralizado y líquido, que podría cambiar para siempre la forma en que los inversores participan en los mercados.
BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo, ha reconocido abiertamente el potencial que la tokenización y la blockchain tienen para transformar la gestión de activos. Larry Fink, CEO de BlackRock, ha señalado en varias ocasiones que las tecnologías de criptografía y blockchain pueden hacer que los mercados financieros sean más eficientes. Esta visión se ha materializado en la reciente iniciativa de BlackRock para lanzar fondos tokenizados.
En estos fondos, las participaciones se dividen en tokens que pueden negociarse en mercados digitales, ofreciendo una mayor liquidez y flexibilidad a los inversores. La idea es simplificar el acceso a los productos financieros, reducir costos operativos y mejorar la transparencia. En lugar de pasar por intermediarios, los inversores pueden comprar y vender tokens directamente en plataformas blockchain, acelerando los procesos de inversión.
Este movimiento de BlackRock no es aislado. La gestora se suma a una tendencia cada vez más consolidada en el mercado, donde otras grandes firmas financieras también están incursionando en la tokenización. Además de BlackRock, nombres como Fidelity y JP Morgan ya están experimentando con la emisión de tokens vinculados a activos financieros.
La adopción de la tokenización por parte de grandes gestoras está impulsando el desarrollo de una infraestructura cada vez más robusta para la negociación de activos tokenizados. Este nuevo mercado promete una mayor democratización de las inversiones, permitiendo que incluso los pequeños inversores puedan participar en activos antes reservados para grandes capitales.
Sin embargo, este proceso no está exento de desafíos. La creación de un marco regulatorio adecuado es esencial para garantizar la seguridad y la integridad del mercado. A este respecto, los reguladores en Europa y Estados Unidos ya están trabajando para establecer normas claras que permitan una implementación segura y eficaz de la tokenización. En la Unión Europea, el Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA) se posiciona como una pieza clave para proporcionar claridad y confianza en este ámbito.
A nivel global, otros actores financieros están contribuyendo a que la tokenización se convierta en una práctica común. En Suiza, algunas gestoras ya han comenzado a tokenizar fondos inmobiliarios. Varias startups suizas, como BrickMark y Crowdli, están liderando la tokenización de propiedades inmobiliarias.
En Asia, los reguladores también están explorando cómo facilitar el desarrollo de los mercados tokenizados. La Autoridad Monetaria de Singapur (MAS) ha implementado un marco regulatorio claro para los activos digitales, permitiendo que las empresas emitan y negocien tokens de forma segura y regulada. O en Japón, donde, algunas instituciones financieras japonesas, como SBI Holdings, están desarrollando productos tokenizados y explorando la tokenización de bonos y otros instrumentos financieros.
La tokenización tiene el potencial de reconfigurar la estructura de los mercados financieros, y los recientes movimientos de las gestoras más grandes del mundo confirman esta dirección.
El lanzamiento de fondos tokenizados también puede reducir significativamente los costos operativos. Al eliminar intermediarios y automatizar procesos a través de contratos inteligentes, las gestoras pueden ofrecer productos de inversión más eficientes y con menores comisiones. Para los inversores, esto significa acceso a fondos que antes podían estar fuera de su alcance, con la posibilidad de comprar y vender sus participaciones en mercados secundarios de manera casi instantánea.
Sin embargo, a pesar de sus ventajas, la tokenización plantea interrogantes en torno a la seguridad y la regulación.. En este sentido, la transparencia que proporciona la tecnología blockchain es un aspecto fundamental, ya que permite un registro inmutable de todas las transacciones, mejorando la trazabilidad y la confianza en el sistema.
En los últimos meses de 2023, JP Morgan, por ejemplo, desarrolló su propio criptoactivo, el JPM Coin, para facilitar transacciones internas y empezó la experimentación con la tokenización de activos financieros como bonos. Por su parte, Fidelity también comenzó a ofrecer servicios de custodia de activos digitales y estudia la incorporación de tokens en sus productos de inversión.
Al mismo tiempo, la aparición de mercados secundarios de tokens, donde se pueden intercambiar estos activos de forma continua, está generando nuevas dinámicas de inversión y liquidez.
Todo indica que la tokenización será una de las tendencias clave en los próximos años. La entrada de gestoras como BlackRock en este ámbito refuerza la idea de que los mercados financieros están evolucionando hacia un modelo más descentralizado, eficiente y accesible.
En este sentido, desde Bit2Me disponemos de un servicio de consultoría para aquellas empresas que estén pensando en tokenizar sus activos. La posibilidad de dividir activos en tokens más pequeños no solo democratiza el acceso a la inversión, sino que también aumenta la liquidez y la capacidad de personalizar productos financieros adaptados a diferentes perfiles de inversores.
No obstante, el éxito de esta transformación dependerá de cómo se aborden los retos regulatorios y de infraestructura. La tecnología blockchain debe seguir evolucionando para ofrecer soluciones seguras y escalables, mientras que los marcos regulatorios deben garantizar la protección de los inversores sin frenar la innovación.