Entrevista con Antonio Cordero, director general de Financiación y Estrategia del ICO, lo explica
Patricia Malagón
| 24 sep 2024
La emisión de bonos verdes no para de crecer en España y se consolida, además, como un vehículo fundamental para financiar la transición energética a nivel mundial. Pero ¿qué más se debe saber sobre estos productos? Antonio Cordero, director general de Financiación y Estrategia del ICO, lo explica.
Tal y como define el propio ICO, un bono verde es un producto dedicado a financiar proyectos que contribuyan a la protección del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático, ¿qué otras características deben tener?
Los bonos verdes del ICO forman parte de la Estrategia 2022-2027 del Grupo ICO, una hoja de ruta donde la sostenibilidad constituye un pilar básico integrado en toda su actividad de forma transversal, tanto en sus operaciones de activo y pasivo como en la gestión interna de la organización, desde la perspectiva de gobernanza y la responsabilidad social corporativa.
En este marco, el ICO realiza emisiones de bonos verdes. Los fondos que se obtienen con estas emisiones se utilizan para financiar proyectos que protegen el medio ambiente, luchan contra el cambio climático y favorecen la dinamización de la transición ecológica, en línea con los objetivos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y el Marco Financiero Plurianual 2021-2027 y los Fondos Next Generation.
El “Marco de emisiones de bonos verdes del ICO” incluye diferentes categorías de proyectos a las que se podrán dirigir los fondos captados con esta tipología de emisiones, como energía renovable, eficiencia energética, transporte limpio, prevención y control de la contaminación, gestión sostenible de los recursos naturales y usos de la tierra y gestión sostenible del agua.
¿Hay alguna metodología para medir el impacto real de estos bonos?
El ICO es un emisor de referencia en el mercado europeo de bonos sostenibles, habiendo emitido hasta la fecha 11 bonos sociales y 6 verdes, por un importe total emitido que alcanza los 8.550 millones de euros que se canalizan hacia proyectos con interés español que ayudan a impulsar el crecimiento sostenible.
En el caso de los bonos verdes y, concretamente en ICO, el principal indicador de impacto serían las toneladas de CO2 evitadas con los proyectos de energías renovables o de transporte limpio financiados. Otros indicadores de impacto serían la energía anual producida con estas fuentes limpias, la capacidad energética instalada, los MWh de carga de vehículos de transporte limpio o el número de estaciones de servicio para carga de hidrógeno de vehículos, entre otros.
La metodología utilizada para calcular el impacto depende de cada categoría de proyecto, si bien en todos los casos la información relativa al activo se obtiene de los datos técnicos incluidos en los documentos de referencia al inicio de la operación y/o de informes posteriores del propietario del activo, y siempre se basa en protocolos de cálculo globales, como el Protocolo de GEI, que establece un marco global para medir y gestionar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de operaciones, cadenas de valor y medidas de mitigación del sector público y privado.
El año del nacimiento del mercado en España se sitúa en el 2019, ¿qué cifras se han cosechado desde entonces?
Desde el año 2014, en el que se registró la primera emisión verde en España, el mercado de bonos sostenibles no ha dejado de crecer en nuestro país, alcanzando en conjunto en 2023 los 60.788 millones de euros, además de contar con nuevas fórmulas y nuevos participantes. La mayor parte de las emisiones sostenibles son en formato verde, concretamente en España el año pasado se emitieron 15.313 millones de euros en este formato, lo que representa alrededor de un 72% del total de la emisión sostenible en nuestro país y, según los informes de impacto publicados en 2023, el CO2 evitado gracias a los bonos verdes emitidos en 2022 fue de 3,3 millones de toneladas.
El debut del ICO en el mercado de los bonos verdes se produjo en 2019, solo cuatro años después del primer bono social emitido por ICO en 2015, que supuso el primer paso del Instituto como emisor sostenible en un momento en el que ni siquiera existían directrices específicas para los bonos sociales en el mercado de deuda, situándose como el primer emisor internacional en utilizar el formato de “bono social”.
¿Qué se puede esperar del futuro de este mercado?, ¿existe alguna previsión de crecimiento?
La sostenibilidad y la transición hacia una economía baja en carbono, más eficiente en el uso de recursos y circular, que salvaguarde el equilibrio climático, la biodiversidad y los derechos humanos son claves para garantizar la competitividad a largo plazo y nuestro desarrollo como sociedad.
En el primer semestre de 2024, hemos visto un alentador aumento del 27% en la emisión de bonos sostenibles con respecto al semestre anterior, representando su saldo vivo alrededor del 4% de las emisiones totales de bonos a finales de junio. Europa sigue liderando el mercado de bonos sostenibles, con un 47% de la emisión total. Le sigue Asia, con un 24%, América con un 17% y los emisores supranacionales con un 13%.
En términos de categorías de emisores, los volúmenes de los emisores del sector público han representado el mayor porcentaje de emisión en lo que llevamos de 2024, con un 49% de la emisión de bonos sostenibles. En términos acumulados, el mercado de deuda sostenible superó los 8,3 billones de dólares en emisiones de bonos verdes, sociales, de sostenibilidad, vinculados a la sostenibilidad y de transición.
Para el inversor final, ¿qué tiene de atractivo este tipo de productos?
La transparencia frente a los inversores, la información sobre el uso específico de los fondos y su impacto, es la piedra angular que diferencia la emisión de un bono verde respecto a uno convencional, y así lo demuestra ICO en sus emisiones de este tipo, a través de la publicación de informes de impacto en los que se proporciona información a los inversores del destino de los fondos captados y del impacto generado por los mismos, desglosado por categoría de proyectos, con cifras detalladas e incluyendo algún ejemplo de proyectos concretos.
El universo de inversores con mandatos específicos para productos sostenibles sigue creciendo año a año, por lo que este tipo de productos, los bonos sostenibles, ya sean en su formato verde o social, encajan perfectamente en sus políticas de inversión, donde además de lograr una adecuada rentabilidad financiera, contribuyen a fomentar inversiones que favorecen la transición hacia una economía más sostenible y justa.