La victoria de Donald Trump señala a los sectores beneficiados y perjudicados con su previsible política económica.
Patricia Malagón
| 12 nov 2024
Donald Trump regresará a la Casa Blanca el próximo 20 de enero tras ganar las elecciones presidenciales de los Estados Unidos. Un retorno que tendrá repercusiones económicas notables para algunos sectores concretos, sobre todo si se tiene en cuenta el proteccionismo y la agenda ambiental del republicano. Por todo ello, y en base al plan económico anunciado en campaña, se puede hablar se sectores ganadores y perdedores para este nuevo mandato.
A grandes rasgos, el tema central de la agenda de Trump, tal y como asegura Joeri de Wilde, economista en Triodos Bank, volverá a ser ‘Estados Unidos primero’, “con foco en los aranceles a la importación, la ampliación y posible aumento de los recortes fiscales (a las empresas) y la reducción de la inmigración. Además de eso, se espera que intente detener la acción climática y obstruir la cooperación internacional”.
La apuesta del republicano por una reducción de la regulación probablemente “impulsará a los grandes sectores tecnológico y financiero. Esto aumentaría la influencia global de quienes poseen las grandes corporaciones tecnológicas, lo que amplificaría la tendencia hacia un mundo menos democrático” asegura el economista en Triodos Bank.
Un valor destacado en los últimos días ha sido Tesla, que subió casi un 15%, ya que se espera que Elon Musk desempeñe un papel importante en la nueva administración, a pesar de que nada cambie para Tesla en lo fundamental
“Como hemos señalado en repetidas ocasiones, la agenda de crecimiento de Trump -bajada de impuestos, desregulación, aumento de la inversión entrante en EE UU a través de negociaciones arancelarias- es un viento a favor de la vieja economía y apoya a las otras fuerzas que ya favorecen a estos sectores del mercado”, explica Stephen Auth, Chief Investment Officer for Equities at Federated Hermes. De hecho, los sectores value y small caps podrán verse beneficiados.
En el lado de los perdedores se posicionan aquellas empresas que tengan una dependencia exportadora de Estados Unidos. A modo general, el nuevo presidente ha insinuado que establecerá un arancel del 60 % sobre las importaciones chinas y un arancel del 10-20 % sobre los bienes procedentes de otros lugares.
La vuelta de Trump al poder podría hacer que EE. UU. abandonara de nuevo el Acuerdo de París sobre el Clima, lo que socavaría los objetivos climáticos internacionales. “Los valores de energías renovables podrían sufrir a corto plazo, mientras que los relacionados con los combustibles fósiles podrían beneficiarse. Los mayores rendimientos a largo plazo podrían desincentivar aún más los proyectos verdes intensivos en capital”, afirma Wilde. Las energías renovables registraron fuertes pérdidas, ya que Trump siempre ha expresado una clara falta de apoyo a las soluciones respetuosas con el clima.
Otro punto de interés es el de la inmigración, ya que Trump contará con un fuerte respaldo del Congreso para reducir y quizás revertir la cuestión de la inmigración. “Esto podría afectar al mercado laboral, originando escasez en sectores como la construcción, la restauración y los servicios sanitarios”, asegura Stephen Dover, Head of Franklin Templeton Institute.
A pesar de lo mencionado, las políticas económicas que podría aplicar Donald Trump pueden suponer un repunte de la inflación y un reajuste en las bajadas de tipos de la Fed. Este condicionante es fundamental para el mercado. La inflación esperada a 10 años en los mercados de bonos subió al 2.4% desde el 2% en septiembre.
“Este cambio en la política de la Fed impactaría al mercado de acciones: sectores como tecnología podrían desacelerarse, mientras que energía podría beneficiarse. El sector de bienes de consumo básico, por su parte, suele mantenerse estable”, añade Pablo Duarte, analista senior del Instituto de Investigación Flossbach von Storch.