En esta línea anticipamos un crecimiento del PIB del 2,5% en 2024 y del 2,2% en 2025, por encima de nuestras estimaciones anteriores
Dirigentes Digital
| 13 sep 2024
Para el año 2024, EthiFinance espera que el crecimiento del PIB de España alcance un 2,5% interanual, una leve mejora respecto a una previsión anterior de 2,4%. Para 2025, se proyecta un crecimiento del 2,2%, también por encima de la estimación previa de 2%. Este ajuste al alza se atribuye a varios factores, entre ellos, un rendimiento económico más sólido de lo previsto durante la primera mitad del año, la resiliencia del consumo privado y las expectativas de una normalización gradual de la inflación y las condiciones financieras en la zona euro.
Uno de los factores clave que explican esta revisión es el desempeño económico durante la primera mitad de 2024, que superó las expectativas iniciales. A pesar de prever un crecimiento intertrimestral del 0,5% y 0,6% para los primeros dos trimestres, el resultado final fue del 0,8% en ambos periodos.
Este comportamiento más robusto estuvo impulsado por la solidez del mercado laboral, el mantenimiento del gasto público y una tímida reactivación de la inversión empresarial. Sin embargo, se anticipa una leve desaceleración en la segunda mitad del año, con crecimientos más moderados del 0,5% y 0,4% en los últimos dos trimestres, en parte debido a un entorno externo más incierto y a la continuidad de políticas monetarias restrictivas, aunque en proceso de normalización.
El consumo privado ha mostrado una notable resistencia, a pesar de la persistente inflación y las condiciones financieras más restrictivas. Esta fortaleza se explica por factores como el alto nivel de empleo, una modesta mejora de las rentas salariales y el uso del ahorro acumulado durante la pandemia. Además, el crédito al consumo ha aumentado, reflejando la disposición de los hogares a endeudarse moderadamente para mantener su nivel de vida. No obstante, este fenómeno conlleva ciertos riesgos relacionados con la posible evolución de la morosidad bancaria.
En cuanto a las condiciones financieras, se espera que la normalización iniciada en junio continúe, con el Banco Central Europeo (BCE) como protagonista de un posible recorte de tipos en septiembre de 2024. Esta tendencia hacia una mayor flexibilización monetaria, junto con un posible ajuste por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, sería clave para reactivar la inversión, especialmente en sectores como la construcción y la industria, mejorando además la renta disponible de los hogares.
La recuperación de la inversión empresarial es otro elemento que apoya esta revisión al alza. A medida que las condiciones financieras se estabilicen, se espera que las empresas aumenten su inversión en proyectos productivos, beneficiándose especialmente sectores como las infraestructuras y las energías renovables, que contarán con el apoyo de los fondos europeos de recuperación. Se proyecta un crecimiento del 3% en la formación bruta de capital fijo en 2024, con una aceleración al 5,7% en 2025.
A pesar de este escenario positivo, persisten varios riesgos estructurales que podrían limitar el crecimiento económico de España. El impacto de la inflación en los salarios más bajos, la elevada tasa de paro, la presión sobre las finanzas públicas y el nivel elevado de deuda siguen siendo factores de preocupación. Aunque se prevé una ligera mejora en la tasa de paro y un control del déficit público, el endeudamiento y la posible desaceleración de la recaudación fiscal podrían afectar el panorama económico a largo plazo.
En resumen, las proyecciones de crecimiento del PIB para 2024 y 2025 se han revisado al alza debido al sólido desempeño económico y la resiliencia del consumo privado. Se espera una normalización de las condiciones financieras y una recuperación de la inversión empresarial, aunque se reconocen riesgos estructurales que podrían influir en el desarrollo económico en los próximos años.
