Gross apuesta por el efectivo ante una Fed que ‘llega tarde’

Desde diciembre de 2008, el precio del dinero en Estados Unidos se encuentra en el rango mínimo comprendido entre el 0,0% y el 0,25%, y la economía del país no ha tenido que hacer frente a un repunte en el mismo desde junio de 2006. Y, para el "rey de los bonos", la autoridad monetaria norteamericana llega tarde, pues "parece haber perdido la ‘ventana de oportunidad’ que se abrió a principios de 2015".

Mientras que el "demasiado poco", explica Gross, habla de "mi concepto de un nuevo tipo de política neutral que debería estar más cerca del 2% nominal, pero que ahora no se puede abordar sin asustar a los mercados y crear una ‘autoinfligida’ inestabilidad financiera".

Con todo, advierte a la Fed sobre subir los tipos "sólo por la óptica" o para "demostrar que puede iniciar el viaje hacia la normalización". En su opinión, "debe" comenzar a aumentar el precio del dinero, "pero su lenguaje de septiembre tiene que ser extremadamente cuidadoso" apuntando a que al menos una subida es un hecho y una posibilidad cada vez mayor en los próximos seis meses.

Y es que, clama, "la columna vertebral de la economía global está tan fuera de control que necesita un reajuste importante", pues considera que los últimos seis años de tipos de interés cercanos a cero han tenido un impacto negativo en la misma: "Destruyen modelos de negocio históricos esenciales para el capitalismo, como los fondos de pensiones, las compañías de seguros y la voluntad de ahorrar en sí misma. Y si el ahorro se marchita, lo hace también su hermana gemela (siamesa): la inversión; y con ella, la productividad a largo plazo (…) una decadencia que hemos visto en todo el mundo".

En este entorno, no sólo sirve una subida de tipos de la Fed, "los principales cambios de política mundial (todos en la misma dirección) requieren hacer hincapié en el gasto de los Gobiernos frente a la austeridad, y reconocer que las devaluaciones competitivas no son más que un respiro temporal del problema". Y es que, para Gross es "la demanda la que debe ser aumentada: China tiene que moverse más rápidamente a una economía basada en el consumidor, y el mundo desarrollado debe abandonar los ajustes y comenzar a reemplazar su decadente infraestructura".

¿Qué hacer con todo esto como inversor? Su consejo, pues estos cambios no se van a producir en el corto plazo, es el "efectivo, o algo que se le aproxime, como los bonos corporativos a uno o dos años" son, en su opinión, la mejor opción en riesgo/beneficio. Sí, reconoce, la rentabilidad no es mucha, pero al menos la garantía de recuperar el dinero lo es.

¿Se debe o se puede subir los tipos?

El mercado asigna una probabilidad del 35% a que se produzca una subida de tipos en la reunión de septiembre (16 y 17), aunque, matiza José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, "esta varía tanto como la propia volatilidad de los mercados". Todas las miradas están puestas ahora en los datos que arroje el Informe de Empleo de agosto que conoceremos este viernes, para los que el consenso descuenta una creación de 220.000 puestos de trabajo y una tasa de paro en el 5,2%. Más allá, de estos indicadores clave, la atención girará también en la evolución de los salarios, sobre todo después de que el Libro Beige de la Fed apuntará a "presiones" en este sentido en algunas regiones por la mejora del mercado laboral.

Para este experto, resulta "llamativo como el debate sobre subir o no subir ya los tipos de interés no se centra tanto en si se debe, como en si se puede. Además, los que defienden (defendemos) el repunte valoramos en mayor medida el riesgo de evitar tensiones y, al final, riesgos sobre la estabilidad financiera a medio plazo frente al potencial beneficio de no hacerlo a corto. Naturalmente, también soy realista: la Fed debe ser muy prudente a la hora de ajustar los tipos, en términos del momento elegido y su magnitud. De esta forma, tengo serias dudas sobre el mes de septiembre como la fecha apropiada. Pero, dudas que no son compartidas por algunos de mis compañeros. Estos creen que la subida de tipos incluso dará más confianza a los agentes económicos e inversores".

La velocidad y la duración de la subida es lo más importante

Los analistas de Roubini Global Economics han ajustado sus expectativas sobre los tipos a las recientes turbulencias y creen que la Fed tomará esta medida en diciembre, aunque reconocen que la "persistente deflación" mantiene el retraso hasta la primavera de 2016 como una opción "posible".

Consideran, no obstante estos expertos, que la "velocidad y la duración de las subidas es lo más importante" en este proceso de normalización, más allá del cuándo comience.  

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