Siguiendo con la analogía del juego, se suele decir que "la banca siempre gana", pero el "rey de los bonos" cree que en este caso no será así. Y, ya saben, "la excepción confirma la norma".
Banco Central Europeo (BCE), Reserva Federal (Fed), Banco de Japón (BoJ por su siglas en inglés) y otras autoridades monetarias han estado creando dinero y comprando con él distintos activos. Como resultado de ello, los mercados han escalado posiciones, pero, matiza este experto, el crecimiento real ha sido más difícil de alcanzar.
Para este experto, los bancos centrales son como "casinos" que han creado dinero (en lugar de fichas) "que nunca tendrán que canjear". Sin embargo, debemos ser conscientes de que "no hay un número interminable de ‘fichas’, incluso para los banqueros centrales que actúan al unísono. Un día, el bucle de retroalimentación negativa sobre la economía real detendrá la subida de Bolsas y bonos, y los inversores se verán preguntándose hasta cuánto puede caer todo".
Se espera que la Fed suba tipos en diciembre y el BCE ha implementado menos estímulos de los que se preveía, pero para Gross el daño ya está hecho, pues se ha mantenido con vida "a corporaciones zombies, improductivas; se ha destruido el modelo de negocio de compañías de seguros y fondos de pensiones, porque los rendimientos son demasiado bajos como para pagar los beneficios prometidos; y convertido a los ahorradores en eunucos financieros, incapaces de reproducir y hacer crecer sus fondos para la jubilación y mantener su estilo de vida en el futuro".
Los efectos positivos de estas políticas, en particular en la renta variable, probablemente continuarán disminuyendo, advierte y, aunque es difícil predecir cuando se producirá el giro, reducir el riesgo en cartera es lo mejor para el largo plazo en su opinión.
"A medida que avanzamos hacia 2016 estoy rebajando el riesgo en cartera. Menos riesgo de crédito y exposición a Bolsa, y más énfasis en recuperar el dinero que en retornos de doble dígito por su dinero. Puede que no se queden sin fichas, pero, como en Atlantic City, los jugadores finalmente se van a casa y las puertas se cierran", concluye.
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