La continuada expansión del balance del BCE ha sido la principal herramienta para conseguir la reactivación económica. Desde Gesconsult apuntan a que el problema, al igual que sucede ahora en Estados Unidos, vendrá cuando haya que devolver ese balance a niveles más normalizados. Esta normalización supondrá un repunte en los tipos de interés europeos. Esta […]
Dirigentes Digital
| 04 dic 2017
La continuada expansión del balance del BCE ha sido la principal herramienta para conseguir la reactivación económica. Desde Gesconsult apuntan a que el problema, al igual que sucede ahora en Estados Unidos, vendrá cuando haya que devolver ese balance a niveles más normalizados. Esta normalización supondrá un repunte en los tipos de interés europeos. Esta recuperación económica ya es una realidad en la Zona Euro, donde únicamente la inflación persiste como variable algo más retrasada. Esto ha permitido al BCE ser más conservador en sus intenciones de retirar los estímulos macroeconómicos. Desde Gesconsult apuntan a que el BCE no puede ser inmune a la recuperación económica de países como España. La regla de Taylor muestra como los tipos de interés de referencia, tanto en Europa como en Estados Unidos, no se ajustan a las condiciones macroeconómicas actuales. Los tipos de interés deberían estar en niveles más altos que los actuales (0%) teniendo en cuenta esas condiciones. Aunque las expectativas de inflación han mejorado desde el verano, aún no recogen la subida del crudo ni los aumentos de los precios industriales de China y EEUU. Desde Gesconsult consideran que la intervención del BCE ha supuesto un efecto distorsionador en los mercados de renta fija, siendo este un efecto que prevalece, pese a la mejora evidente de la macroeconomía. Las expectativas de una vuelta a la normalidad supondrán tipos más altos y penalizará a las inversiones con mayor plazo. A pesar del mensaje “suave” de Draghi, la vuelta a la normalidad monetaria y la retirada de estímulos tendrá implicaciones alcistas para los tipos de interés que, de una manera similar a lo ocurrido en Estados Unidos, se pueden mover en rango durante un período prolongado de tiempo. En este contexto, el bono alemán a diez años podría aumentar su rentabilidad entre el 1,20 y el 1,80% en el próximo año cuando el BCE comience la normalización monetaria. Desde Gesconsult recomiendan proteger la carteras con posiciones cortas ante un escenario de subidas de tipos de interés. Igualmente, la confianza de tener un comprador final (el BCE) y una situación de bonanza económica ha limitado la volatilidad de la renta fija e incrementado la confianza de los inversores. Esto supone que no se esté asignando el precio adecuado al riesgo de determinados activos como el high yield y la deuda subordinada, a pesar de que la rentabilidad de ambas se encuentra en mínimos en los últimos años. Desde Gesconsult, consideran que en un entorno de tipos bajos como el actual, con sesgo al alza, la inversión en renta fija se basa en realizar una gestión activa y en la búsqueda de valor entre los diferentes activos. Para ello la estrategia de inversión para el proceso de normalización monetaria con tipos de interés más alto, más volatilidad en renta fija sería apostar por bonos de tipo flotante, con coberturas sobre los tipos a largo plazo, con calidad media de la cartera BBB+; rebajar deuda subordinada y high yield; sector financiero ofrece oportunidades y no tomar posiciones en deuda soberana, aunque desde Gesconsult tienen activos de la deuda de Portugal y liquidez.