Las economías en desarrollo deben corregir ahora todos los excesos derivados de la ingente cantidad de dólares baratos que han fluido hacia ellos. Brasil o Rusia, por ejemplo, "están pagando por el boom del pasado", destaca este experto. Una ‘resaca’ a la que se suman las turbulencias de las materias primas, en concreto, el petróleo, […]
Dirigentes Digital
| 01 mar 2016
Las economías en desarrollo deben corregir ahora todos los excesos derivados de la ingente cantidad de dólares baratos que han fluido hacia ellos. Brasil o Rusia, por ejemplo, "están pagando por el boom del pasado", destaca este experto.
Una ‘resaca’ a la que se suman las turbulencias de las materias primas, en concreto, el petróleo, que "no encontrará suelo hasta que no se produzca un fuerte recorte de la producción"; y el miedo que despierta la desaceleración de China.
No apunta Gattiker a un "aterrizaje forzoso" del gigante asiático, sino que reconoce en su economía el proceso de transición que ya sufrieron Estados Unidos o Europa, de las manufacturas a los servicios. Asimismo, cree que las autoridades han tomado ‘cartas en el asunto’ para reconducir la situación, como muestra el último recorte del requerimiento de reservas a la banca.
Los riesgos deflacionistas derivados de China, no obstante, son elevados y, aunque espera que logre crecimientos de entre el 5% y el 6% este año, tampoco, reconoce, podemos descartar que el ritmo se reduzca al 3%-4%, por eso la renta fija segura sigue despertando tanto interés, pero tampoco podemos dejar de lado la Bolsa. Pues, opina, "seguimos en un año en el que la renta variable está posicionada para hacerlo mejor".
Recuerda que el mercado alcista en el S&P 500 sigue su curso. Sí, se ha reducido, pero las acciones siguen superando a oro, bonos o hedge funds por ejemplo. Ahora bien, también subraya que los "mercados emergentes son la compra de una generación"… eso sí, aún tienen que ‘sufrir’ más.
Y, en este contexto, España, que ha logrado dejar de ser un riesgo sistémico, se ve lastrada por su exposición a Latinoamérica, que no tiene potencial para hacer descarrilar a la economía, pero es un riesgo que debe ser descontado por los valores; y por la inestabilidad política.
Señala este analista que el Ibex 35 se está comportando claramente peor que el Dax alemán o el S&P 500, mientras que el mercado alcista en la deuda soberana española sigue intacto, lo que sugiere problemas estructurales (como el elevado desempleo) que deben resolverse con las reformas necesarias.
Su consejo, por tanto, es un enfoque conservador, manteniendo una posición considerable en bonos soberanos y de calidad, y "tratando de diversificar el riesgo añadiendo valores extranjeros". En concreto, apunta a tres oportunidades con una visión de largo plazo: Nasdaq 100, digitalización y sector sanitario en China.
Con todo, Pelayo Gil-Turner, director de gestión de Julius Baer, reconoce que la clave en la Bolsa española está en los precios. La banca, por ejemplo, tiene un reto en la cuenta de pérdidas y ganancias pero no un problema sistémico, por tanto las valoraciones parecen atractivas. En los últimos años, apunta, hemos estado poco en equity y más en renta fija, pero estamos empezando a estar más positivos en renta variable.