A la hora de tomar decisiones de inversión, lo más importante es contar con la información adecuada sobre el producto financiero que deseamos contratar. Además de ello, es conveniente tener en cuenta los mecanismos psicológicos que intervienen en esa decisión, es decir, qué procesos mentales se siguen en la toma de las decisiones de inversión y qué errores o sesgos de nuestro modo de pensamiento pueden influir en ellas. Son numerosos los estudios que abordan este asunto y que tratan de evidenciar los factores psicológicos que intervienen en la toma de decisiones de inversión. Teniendo en cuenta todos estos factores, desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores, recomiendan los siguientes consejos para poder invertir de forma segura:
- Evite las modas y los gurús de turno, así como la toma de decisiones de inversión basadas en rumores o confidencias. Busque consejo profesional para la toma de decisiones de inversión y determine el alcance de sus responsabilidades y libertad de actuar.
- Los mercados suben y bajan. Sepa mantener el rumbo y no se distraiga con las variaciones diarias. Sea coherente con los plazos de sus objetivos y recuerde que conviene mantener una mezcla de inversiones con distintos horizontes temporales para poder atender a distintas necesidades a medida que se presenten.
- Conózcase como inversor. Aunque el intermediario financiero le solicitará información para conocerle lo mejor posible y así poder ayudarle a tomar sus decisiones de inversión y prestarle los servicios más adecuados, es importante que reflexione para estar seguro de que el riesgo que va a asumir es compatible con su situación financiera y con su disposición a aceptar pérdidas si estas se producen.
- Evite realizar un exceso de operaciones en un intento de “ganar al mercado”. Hoy en día es relativamente fácil realizar inversiones especulativas y operar en mercados antes reservados a expertos. Sin embargo, el riesgo de estas operaciones suele ser muy alto. Nunca comprometa su dinero sin entender la inversión y los riesgos que conlleva y recuerde que no existe rentabilidad sin riesgo.
- Habitúese a buscar, demandar y leer de manera crítica y con suficiente antelación toda la información oficial que le debe suministrar su entidad para ayudarle a tomar decisiones de inversión fundadas.