Tras todos los acontecimientos que nos ha dejado 2016, el mercado tiene claro que, hoy por hoy, todos los escenarios son posibles, desde el más bueno que apunta a retornos de doble dígito en algún activo o valor; hasta el más negativo que prevé una quiebra o hundimiento importante. Pues, al igual que, la inesperada […]
Dirigentes Digital
| 16 ene 2017
Tras todos los acontecimientos que nos ha dejado 2016, el mercado tiene claro que, hoy por hoy, todos los escenarios son posibles, desde el más bueno que apunta a retornos de doble dígito en algún activo o valor; hasta el más negativo que prevé una quiebra o hundimiento importante. Pues, al igual que, la inesperada salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) no ha traído (de momento) consigo las desastrosas consecuencias que se esperaban, también puede ser que el resultado de alguna de las elecciones que se celebran en Europa en 2017 traiga de cabeza al mercado… En este contexto, Neil Dwane, estratega global de Allianz GI, recopila cinco sorpresas que podrían tener consecuencias positivas para la inversión, y sus cinco contrarias, que podrían derivar en pérdidas y dolor para los inversores… Los escenarios ‘buenos’ Europa logra avanzar tras los tropiezos políticos de 2016. Si todas las ‘citas con las urnas’ que tienen los europeos este 2017 (Alemania, Francia, quizá Italia…) respaldan el statu quo, el riesgo político podría descender. Esto, combinado con un ‘Brexit suave’ (sin abandono del mercado único), ayudaría a la inversión y al empleo, así como a la confianza. “Las bajas valoraciones y la menor incertidumbre podrían combinarse entonces para generar buenas rentabilidades”, afirma. Los ‘bonos verdes’ despegan. A pesar de la política energética de Donadl Trump, los esfuerzos para mejorar el crecimiento económico futuro se aceleran gracias a las emisiones de este tipo de tútmis por parte de gobiernos y empresas conscientes de la sostenibilidad, promoviendo una menor contaminación y sistemas de agua y energía más limpios. El estímulo fiscal impulsa el crecimiento mundial. La implementación de esta vía tras “el error de política que han supuesto los tipos de interés negativo”, junto al aumento de los denominados ‘populismos’ podría impulsar la actividad económica tras un periodo de austeridad y reducción de los déficit. Despega el consumo de China e India. La transición de la primera economía hacia el consumo y las reformas convergentes en la segunda, y también en Indonesia, están creando un nuevo mercado con 4.000 millones de consumidores. Los gestores activos agregan alfa. En el quinto de los escenarios positivos, Dwane señala que estos profesionales “podrían asumir servir al cliente mejorando la transparencia en la fijación de precios y alineando costes para cumplir los objetivos del cliente”. Los escenarios ‘malos’ Trump ‘desata’ el proteccionismo comercial en el mundo. El presidente electo de Estados Unidos podría introducir políticas que “hagan grande a América” pero a costa de los demás. El TLCAN podría ser reajustado perjudicando a México, Venezuela y Brasil, estos dos últimos países ya muy debilitados. Continúan las tensiones en Oriente Medio. Más desafíos podrían surgir en la región ante la inestabilidad en Turquía, el deterioro de la distensión de Estados Unidos e Irán, el avance del Estado Islámico… Y no podemos olvidar que cualquier acontecimiento en la región puede apoyar un repunte de los precios del petróleo. La climatología adversa impacta con fuerza en las producciones agrícolas, disparando los precios de los alimentos y añadiendo más presión reflacionista a la economía. La credibilidad de los bancos centrales colapsa. Los ‘efectos perversos’ de las políticas monetarias acomodaticias, especialmente los tipos negativos en la banca, ya han resquebrajado buena parte de la fe ciega del mercado en las autoridades monetarias, si el Banco Central Europeo (BCE) o el Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) se exceden hasta que “sus esfuerzos ya no funcionen” podría ser terrible. Francia elige a Marine Le Pen. París pasaría a ser ‘poco colaborador’ con la UE y “Europa seguiría sin rumbo y sin poder avanzar, acosada por el populismo en todo el continente, confundida por las complejidades del Brexit y desconcertada por las políticas de Trump, todo lo cual podría socavar aún más a la OTAN”, concluye Dwane en el quinto de los escenarios negativos.