De momento, aunque el mercado ateniense respira este jueves, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) ha lanzado una clara advertencia al Gobierno situando el rating de la deuda helena en perspectiva negativa para una posible rebaja. La firma cree que el nuevo Ejecutivo de Alexis Tsipras, en concreto, sus propuestas económicas y […]
Dirigentes Digital
| 29 ene 2015
De momento, aunque el mercado ateniense respira este jueves, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) ha lanzado una clara advertencia al Gobierno situando el rating de la deuda helena en perspectiva negativa para una posible rebaja.
La firma cree que el nuevo Ejecutivo de Alexis Tsipras, en concreto, sus propuestas económicas y presupuestarias, son incompatibles con el marco acordado por sus predecesores con los acreedores internacionales. Es más, considera que si ambas partes no llegan a un acuerdo sobre "más apoyo financiero, la solvencia" de Grecia se verá aún más debilitada.
El limitado acceso a los mercados de financiación de Atenas, la hace dependiente de estas líneas de liquidez para cumplir con sus amortizaciones de deuda. Cifradas en 17.000 millones este año, cantidad que incluye 6.700 millones en manos del Banco Central Europeo (BCE) y el resto de bancos centrales de la región, así como 8.600 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"En el caso de Grecia, no consideramos que la relación deuda pública/PIB sea el único indicador para evaluar la sostenibilidad de su deuda", añaden estos expertos. Pues, si bien es cierto que este ratio es muy alto, 178% a cierre de 2014, otras características son "menos pronunciadas", como por ejemplo unos "vencimientos inusualmente largos" y unos tipos de interés efectivos muy bajos. Con todo, reconocen que la incertidumbre política y el débil crecimiento el país suponen un "riesgo pronunciado" para la sostenibilidad de su deuda.
Para S&P la propuesta del Gobierno de "tratar de aumentar la inversión pública y de vincular las métricas de sostenibilidad de la deuda más cerca del comportamiento del crecimiento es constructiva. También la batalla de Syriza contra la corrupción y los intereses partidistas, así como sus esfuerzos por fortalecer el poder judicial y mejorar la recaudación tributaría, podrían ser positivos en las negociaciones con los acreedores internacionales".
Ahora bien, cuestiones como el aumento del salario mínimo, la eliminación del impuesto sobre la propiedad y la reducción del objetivo de superávit primario del presupuesto, no se alinean con lo acordado por el Ejecutivo anterior con estos acreedores. Con todo, la agencia cree que las negociaciones para ampliar la asistencia financiera se retomarán y su escenario central para porque se llegue a un consenso sobre los términos y condiciones de la misma, "especialmente por los fuertes incentivos que tienen las dos partes para que Grecia evite un incumplimiento de pagos".
Si las conversaciones fructifican, estos analistas estiman que Grecia continuará "recuperándose poco a poco, a pesar de que la incertidumbre actual puede haber causado retrasos en las decisiones de inversión y el retiro de depósitos. Por el contrario, una incapacidad prolongada de llegar a acuerdos dañará las perspectivas de mejora y agravará los riesgos relacionados con la estabilidad financiera del sector bancario".