Abengoa presentará su plan de viabilidad a los acreedores, pero está lejos de solucionarse el futuro de la compañía. Y tendrá que ser aceptado por la banca acreedora y los bonistas. La propuesta contempla un fuerte plan de desinversiones y de ajuste. Además, incluirá una reducción de deuda o la entrada en el capital de […]
Dirigentes Digital
| 25 ene 2016
Abengoa presentará su plan de viabilidad a los acreedores, pero está lejos de solucionarse el futuro de la compañía. Y tendrá que ser aceptado por la banca acreedora y los bonistas. La propuesta contempla un fuerte plan de desinversiones y de ajuste. Además, incluirá una reducción de deuda o la entrada en el capital de la banca que tomará las riendas de la situación.
El acuerdo con los acreedores apunta más hacia que los actuales accionistas pierdan el control de la compañía por una capitalización de la deuda por parte de la banca. Inversión Corporativa, la sociedad inversora de la familia Benjumea y las familias fundadoras de la empresa, tiene el 57% del capital y verá reducida a la mínima expresión su derecho político.
También queda por definir la inyección de liquidez y el plan de financiación que necesitará Abengoa a corto y medio plazo. La banca acreedora ya puso a disposición de la empresa un préstamo de urgencia de 100 millones para pagar nóminas y proveedores en diciembre.
Los bonistas han propuesto un crédito de emergencia de entre 100 y 160 millones de euros para asegurar la supervivencia de la empresa mientras negocia con sus acreedores el plan de viabilidad, que debe acordarse antes del 28 de marzo para que la empresa evite el concurso de acreedores. Exigen que participe la banca y un 25% de intereses, además, de que se ponga de garantía la filial estadounidense Atlantic Yield.