Abengoa vuelve a sufrir la embestida en bolsa por la incertidumbre que rodea a la macro ampliación de 650 millones, necesaria para garantizar la viabilidad futura de la compañía. Uno de los bancos colocadores de operación, HSBC, que junto a Santander y Credit Agricole iban a garantizar la captación de capital, ha decidido retirar su […]
Dirigentes Digital
| 21 sep 2015
Abengoa vuelve a sufrir la embestida en bolsa por la incertidumbre que rodea a la macro ampliación de 650 millones, necesaria para garantizar la viabilidad futura de la compañía. Uno de los bancos colocadores de operación, HSBC, que junto a Santander y Credit Agricole iban a garantizar la captación de capital, ha decidido retirar su apoyo.
No es el primer varapalo que sufre Abengoa para cerrar una operación que fue anunciada a principios de agosto. Otros bancos de inversión que forman parte del capital de la compañía y que habían participado en operaciones de calado de la empresa andaluza, también rechazaron garantizar la ampliación.
Todo son dudas alrededor del futuro de Abengoa que sin ejecutar la ampliación se encontraría en serias dificultades para afrontar los elevados vencimientos de su deuda y continuar la financiación de sus proyectos.
La compañía está intentando encontrar nuevos socios y de esta manera ofrecer garantías a los bancos colocadores que gran parte de la ampliación quedaría cubierta por grandes inversores. Las opciones que baraja la compañía es dar entrada en el capital a grandes fondos de inversión como BlackRock o Cerberus, entidades acostumbradas en inversiones que ofrezcan grandes rentabilidades. Son las opciones más arriesgadas, después de que el road show emprendido este verano por el consejero delegado, Santiago Seage, y el presidente, Felipe Benjumea, no consiguieran atrapar un compromiso firme en su visita a Oriente Medio y Estados Unidos.
La semana pasada, la compañía recibía una seria advertencia de Moody’s que amenaza con rebajar su rating si no consigue cerrar la operación."La ampliación de capital y la venta de activos por 500 millones es esencial para la liquidez", describía la situación de la empresa, en una nota a clientes, y añadía "observamos que el plan de desapalancamiento de la compañía está sujeta a riesgos de ejecución y que Abengoa puede estar enfrentando desafíos a su modelo de negocio en la financiación de sus proyectos. El hecho de no la ampliación de manera oportuna probablemente resultaría en una rebaja de la calificación crediticia de la compañía".
Otro de los aspectos preocupantes de la compañía es que se está enfrentado a una espantada de directivos. El último fue Eduard Soler, el director financiero Abengoa Yield que abandonaba la empresa por motivos personales. Pero no es el único. También han salido Manuel Fernández Maza, del área financiera de Abengoa USA; Francisco Lebrero y Paulina Jung, del área financiera; Barbara Zubiría, de relaciones con inversores, y Enrique Barreiro, de desarrollo de negocio. Todas ellas sumada a la dimisión por motivos personales del fuera su consejero delegado,Manuel Sánchez, el pasado mes de mayo.