A pesar de que el resultado de las elecciones francesas ha aliviado el riesgo político, la incertidumbre se mantiene ante el resto de comicios pendientes. Así, con el euro pudiendo sufrir presiones de devaluación y el yen como refugio, una posición corta en el par euro/yen puede tener una rentabilidad más interesante, pudiendo tener un […]
Dirigentes Digital
| 02 may 2017
A pesar de que el resultado de las elecciones francesas ha aliviado el riesgo político, la incertidumbre se mantiene ante el resto de comicios pendientes. Así, con el euro pudiendo sufrir presiones de devaluación y el yen como refugio, una posición corta en el par euro/yen puede tener una rentabilidad más interesante, pudiendo tener un papel de cobertura a una cierta exposición al mercado de valores europeo. Este cruce, que en los últimos días ha vivido una mayor sensación de aversión al riesgo, llegó a negociar por debajo de 115,00. En el caso de aumentar aún más este sentimiento, con la posibilidad de un “Frexit”, podríamos observar la ruptura del mínimo y el mercado podría pasar a centrarse en los mínimos de 2016, alrededor de 109,00. El oro también protagonizará una fuerte demanda, que podría llevar de nuevo el precio por encima del máximo reciente cerca de los 1.300 dólares. El pico en 2016 se situó en los 1.377 dólares las primeras semanas tras el referéndum británico. Después de que los mercados han descontado en gran medida los repuntes de los tipos de interés en Estados Unidos, vemos una subida potencial de las obligaciones del Tesoro, que podrían servir como estrategia defensiva. Además, es posible que observemos un aumento del diferencial entre los rendimientos franceses y alemanes, con los inversores huyendo del mercado francés, buscando refugio en el alemán. En las últimas semanas, el precio del bund, con el aumento de la aversión al riesgo, registró un incremento superior al 2%. Una vez más, una situación en la que el proyecto europeo está en riesgo, el Banco Central Europeo (BCE) puede salir en defensa, manteniendo la liquidez en los mercados y las tasas de interés en los actuales niveles bajos. Estas son las condiciones para mantener el apoyo en la valoración de las obligaciones en general, y especialmente, en el bund alemán.