El mes de agosto es casi siempre sinónimo de menor actividad empresarial y descenso del volumen de trabajo debido, fundamentalmente, a que la mayor parte de los proveedores y clientes con los que trabajamos a lo largo del año se encuentran disfrutando de un merecido descanso estival. Precisamente por esa reducción de la actividad, agosto […]
Dirigentes Digital
| 06 ago 2015
El mes de agosto es casi siempre sinónimo de menor actividad empresarial y descenso del volumen de trabajo debido, fundamentalmente, a que la mayor parte de los proveedores y clientes con los que trabajamos a lo largo del año se encuentran disfrutando de un merecido descanso estival. Precisamente por esa reducción de la actividad, agosto es el momento ideal para hacer un balance del primer semestre del año, así como de aquellos proyectos que tenemos en marcha, o de aquellas acciones y medidas adecuadas que debemos poner en marcha a la vuelta de las vacaciones.
En opinión de Marta Díaz Barrera, asesora de talento, y fundadora y CEO de Talentoscopio, "el mes de agosto deberíamos enfocarlo hacia dos actividades clave: por un lado, desconectar unos días y recargar las pilas para volver en el nuevo curso con las energías renovadas (a esto ayuda mucho practicar deporte o actividades que favorezcan el seguir impulsando nuestros talentos), y, por otro, obtener una fotografía precisa de la situación en la que estamos y observar el camino recorrido en lo que llevamos de año. Con ello, podremos ver si se están haciendo las cosas bien, y, a partir de ahí, tendremos tiempo para pensar de una manera diferente para buscar nuevas formas de reinventarnos y de enfocar los proyectos, así como detectar áreas de mejora para seguir creciendo".
De esta manera, aunque es importante hacer balance a lo largo del año, el verano es el momento ideal para estudiar el mercado, revisar nuestra misión y objetivos, introducir acciones correctoras y pensar en nuevos enfoques. Es, en definitiva, el momento para hacer balance y reinventarnos.
Para poder hacer de una manera óptima esa reflexión inicial que nos lleve a hacer un balance completo de nuestra actividad, los responsables, directores o mánager de cualquier compañía deben empezar por hacerse tres preguntas clave:
– Qué valor tiene dentro de la empresa el área o departamento en el que trabaja.
– Qué no está funcionando en el equipo y por qué.
– Qué perfiles necesito para alcanzar mis objetivos.
"La innovación tan buscada por las empresas hoy en día no llega en momentos de estrés o de alta actividad, sino que se manifiesta precisamente cuando se dan las condiciones adecuadas para dar rienda suelta a la creatividad y la flexibilidad. Crear las condiciones y aprovechar los momentos más oportunos hacen posible el diseño de prototipos, la realización de pruebas, y recibir impresiones y comentarios de clientes y usuarios con el objetivo de recabar datos para medir y tomar decisiones. En la cultura del talento seguimos apostando por crear entornos innovadores que permitan la transformación del talento y repercutan en los proyectos", indica Marta Díaz Barrera.
Agosto es el momento más indicado para aprovechar y ampliar formación, investigar nuevas formas de hacer las cosas, idear o hacer evolucionar nuestros servicios para ofrecer cosas nuevas a los clientes, buscar proveedores o, incluso, cambiar el modelo de logística. Todas estas tareas repercutirán posteriormente en un impulso durante los últimos meses del año o a lo largo del primer trimestre del siguiente.