El suyo, afirma, es un trabajo de inversión en equipo, con un objetivo que, aunque pueda parecer evidente, es claro: "no perder dinero". Reducir al mínimo la volatilidad y preservar el capital. En su estrategia, un 95% es la creación de un escenario estable, para saber si los precios están caros o baratos, y el […]
Dirigentes Digital
| 22 sep 2015
El suyo, afirma, es un trabajo de inversión en equipo, con un objetivo que, aunque pueda parecer evidente, es claro: "no perder dinero". Reducir al mínimo la volatilidad y preservar el capital. En su estrategia, un 95% es la creación de un escenario estable, para saber si los precios están caros o baratos, y el 5% la decisión de inversión (con todo, la más importante).
"En cuanto hay volatilidad, deshacemos posiciones, sin problemas, porque nuestras inversiones son muy líquidas", explica. A partir de ahí, reconstruyen escenario y cartera. Sí, es mucho mejor actuar antes de que se produzca, pero "no siempre es posible".
Ahora, augura para los mercados "otro par de meses de volatilidad e incertidumbre". Y es que, la semana pasada esperaban que la Reserva Federal (Fed) subiera los tipos, habría sido "bueno para la normalización del mercado, pero no sucedió" y ahora vuelve a estar todo ‘en el aire’.
Con todo, espera que el crecimiento global siga siendo fuerte y no prevé un derrumbe de China, por lo que estima que el repunte del PIB sea aproximadamente del 3,5% este año. Reconoce que no podemos saber exactamente qué está pasando en el gigante asiático, "todo son estimaciones". Es un factor de riesgo, afirma, pero "los efectos secundarios serán limitados".
Así, destaca con el "apoyo de los bajos precios de las commodities, los bajos tipos y el dólar, la demanda estadounidense seguirá siendo fuerte e impulsará el crecimiento económico global, por lo que hay potencial al alza para las Bolsas". Y es que, declara: "Al final el dólar es lo que importa, una buena previsión sobre la divisa es clave para la asignación de activos".
En cualquier caso, su posicionamiento actual en renta variable ronda el 23%, está centrada en valores estadounidenses, siendo los sectores principles el farmacéutico, el de consumo y el tecnológico. "Tenemos algo de banca norteamericana, porque esperamos una subida de tipos que debería ayudar a las entidades a mejorar la rentabilidad".
Mientras que los bonos se llevan el 60% de la cartera: "Tenemos high yield estadounidense, porque los números son más fuertes que en Europa". Opina que hay oportunidades "en deuda corporativa" del otro lado del Atlántico, siempre de "grandes nombres", como Verizon o Amazon.
Finalmente, concluye, tenemos "bastante liquidez", por la elevada volatilidad y la incertidumbre, "no somos muy confiados".