Por un lado, la deuda del sector privado sigue siendo muy elevada, aunque va disminuyendo. El endeudamiento sigue siendo alto especialmente para los hogares, mientras que la deuda se ha ido reduciendo significativamente en el sector empresarial. Por otro lado, el sector financiero ha seguido mostrando un alto grado de estabilidad, apoyándose principalmente en la […]
Dirigentes Digital
| 22 feb 2017
Por un lado, la deuda del sector privado sigue siendo muy elevada, aunque va disminuyendo. El endeudamiento sigue siendo alto especialmente para los hogares, mientras que la deuda se ha ido reduciendo significativamente en el sector empresarial. Por otro lado, el sector financiero ha seguido mostrando un alto grado de estabilidad, apoyándose principalmente en la reestructuración y la recuperación económica. En cuanto a los altos niveles de deuda pública, éstos aún no se han reducido, lo que significa que España sigue teniendo riesgos de sostenibilidad fiscal a medio plazo. El ratio de deuda se sitúa justo por debajo del 100% del PIB de 2016 y a medio plazo todo apunta a que continuará creciendo. En lo que se refiere a los ingresos, el ajuste fiscal no está siendo apoyado suficientemente por los impuestos al consumo, destacando la gran brecha del IVA. Respecto a la tasa de paro, el estudio europeo indica que a pesar de que va cayendo rápidamente, el porcentaje sigue siendo muy alto, provocando una gran desigualdad de ingresos, de las mayores en toda la Unión Europea. Las reformas en el mercado laboral han amortiguado la caída en el empleo durante las últimas etapas de la crisis, siendo la moderación salarial también un importante motor para la creación de puestos de trabajo. En este sentido, también destaca que España tiene una de las tasas más altas de contratos temporales de la Unión Europea. El informe señala también que las reformas estructurales en los últimos años han allanado el camino hacia una fuerte recuperación económica, aunque también han ayudado condiciones favorables externas a nuestro país, como el precio bajo del petróleo y las mejores condiciones de financiación, que han fomentado el gasto del consumidor. El crecimiento del PIB se estima en un 2,3% para este año y en un 2,1% para 2018. En el tercer año de avances, el crecimiento de la economía española casi alcanza su pico pre-crisis de 2008. Desde el Gobierno, el ministro de Economía, Luis De Guindos, no tardaba en reaccionar de forma positiva al informe europeo sobre España. “El análisis en profundidad que hace la Comisión es que la recuperación española es robusta y equilibrada, y que desde 2014 está reduciendo el impacto que ha tenido la crisis en la pobreza y en la exclusión social”, dijo el ministro a la salida de la sesión de control al Gobierno. Semanas atrás Bruselas daba un aviso a España en materia económica. La Comisión Europea elevaba al 3,5% el déficit para 2017, situándolo cuatro décimas por encima del objetivo pactado. Para 2018, el Ejecutivo comunitario situó en el 2,9% el déficit que alcanzará nuestro país mientras señalaba que el objetivo marcado para 2016 tampoco se cumplió. Además, prevé que el crecimiento se ralentice porque los factores externos favorables para la economía española irán desapareciendo de forma gradual.