El equipo de analistas de la firma dirigido por el economista jefe Peter Hooper, señala cinco puntos clave que podrían perturbar el devenir de la economía mundial: la subida de tipos por parte de la Fed, un alza en los precios de la energía, una corrección en los mercados de renta variable, la desaceleración del […]
Dirigentes Digital
| 12 sep 2016
El equipo de analistas de la firma dirigido por el economista jefe Peter Hooper, señala cinco puntos clave que podrían perturbar el devenir de la economía mundial: la subida de tipos por parte de la Fed, un alza en los precios de la energía, una corrección en los mercados de renta variable, la desaceleración del crecimiento chino y la depreciación de su divisa.
Lo que hacen los expertos es calcular cómo cada uno de estos shocks impactaría en más de 24 países analizados dos años después del evento, así como su efecto sobre el PIB mundial.
Un alza en los tipos de la Fed
Según los cálculos de los expertos, una subida de los tipos de la Fed en 25 puntos básicos reduciría el crecimiento global un 0,4% de media en los dos años siguientes. Sin embargo, los expertos indican que pese a este efecto negativo, esto no significa que el organismo no deba subir tasas si así lo estima oportuno conforme a sus objetivos, ya que "un retraso podría tener un efecto peor si la inflación se va de las manos".
Subida del petróleo
Un incremento del 10% en los precios del crudo también podría arrastrar la economía global, especialmente ante una posible menor demanda de China, importador de esta materia prima.
Corrección en la renta variable
El modelo empleado por los analistas de Deutsche Bank apunta a que una notable corrección en las acciones globales sería aún más perjudicial para la actividad económica mundial que una subida de tipos de la Fed. Las economías de mercados emergentes serían las peor paradas en este escenario, aunque los países BRICS incluidos en el estudio sí parecen inmunes a esas posibles caídas del mercado.
Desaceleración en China
Cualquier indicador de una mayor desaceleración en el crecimiento chino afectaría, de nuevo y sobre todo, a los países emergentes, especialmente aquellas menores como Singapur o Tailandia y los exportadores de materias primas como Arabia Saudita, Malasia o Indonesia.
Depreciación del yuan
No hace falta recordar el impacto en el mercado que durante el mes de agosto del pasado año tuvo la inesperada depreciación del yuan en China, desatando los temores a una nueva recesión global. Sin embargo, el equipo de Deutsche Bank considera que una depreciación del 10% en la divisa impactaría tan solo en un punto porcentual en el crecimiento.