El organismo regional de las Naciones Unidas ha dado a conocer su Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2016, en el cual recalca la urgencia de movilizar la inversión -tanto pública como privada- para promover la recuperación económica de la región y satisfacer los desafíos que impone la Agenda 2030 para el Desarrollo […]
Dirigentes Digital
| 26 jul 2016
El organismo regional de las Naciones Unidas ha dado a conocer su Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2016, en el cual recalca la urgencia de movilizar la inversión -tanto pública como privada- para promover la recuperación económica de la región y satisfacer los desafíos que impone la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
El informe achaca este deterioro en la economía latinoamericana por los bajos niveles de crecimiento que seguirán en el ámbito externo de la economía mundial. A ellos se une la lenta expansión del comercial y el deterioro en los precios de exportación de los productos básicos de la región y "la mayor incertidumbre y volatilidad financiera internacional, que han aumentado tras la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea".
Por zonas, América del Sur se prevé que se contraiga un 2,1% en este año; Centroamérica crecerá en cambio un 3,8% gracias a la recuperación de su demanda externa e interna y los bajos precios de los hidrocarburos; el Caribe se contraerá un 0,3%.
Por países, Venezuela será el país que más se contraiga este año con una caída del 8% en su PIB. Le seguirá Suriname (-4%), Brasil (-3,5%), Trinidad y Tobago (-2,5%), Ecuador (-2,5%) y Argentina (-1,5%). En el otro lado se encontrará República Dominicana (+6%), Panamá (+5,9%), Nicaragua y Bolivia (4,5%) y Costa Rica (4,3%).
Según el informe de Cepal, la desaceleración económica tendrá un impacto en la tasa de desempleo urbano, que aumentará de un 7,4% hasta el 8,1% este año. La inflación se mantendrá en niveles similares a los actuales, aunque con mayores presiones en las economías del sur.
En este escenario, el organismo llama a cambiar las estructuras tributarias de los países para mejorar la recaudación y la progresividad, fortalecer el impuesto sobre la renta, tanto de personas como de empresas, y combatir la evasión y elusión fiscal que, según informan desde Cepal, alcanzó 6,7 puntos del PIB regional en 2015, en torno a 340.000 millones de dólares.
"La capacidad de los países para acelerar el crecimiento económico depende de los espacios para adoptar políticas que apoyen la inversión. Estas políticas deben acompañarse con esfuerzos para cambiar la conversación entre el sector público y las empresas privadas. Aumentar la productividad es también un desafío clave para avanzar en una senda de crecimiento dinámico y estable", declaró Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de Cepal.