Desmontando mitos. Así han logrado los expertos de Andbank destacar con sus previsiones sobre el mercado en los últimos años. Y ahora lo vuelven a hacer, rompiendo las esperanzas de todos aquellos que creían seguro su dinero en activos de mayor riesgo solo por el soporte ofrecido por Mario Draghi en los últimos meses. "Que nadie espere un rally por el apoyo explícito del Banco Central Europeo (BCE). Las medidas no suponen un gran estímulo ni para la economía ni para los mercados".
Con estas contundentes palabras, el economista jefe de la entidad andorrana, Álex Fusté, se desmarca del discurso generalizado en el que los inversores se han apoyado para impulsar su apuesta por los activos de riesgo. Y lo argumenta con cifras. Tal y como recuerda, el nuevo TLRO (Targeted Longer-Term Refinancing Operations) de 400.000 millones de euros anunciado por el organismo monetario no se destinará al mercado, como ocurrió en 2012 con las compras de deuda pública por parte de los bancos.
Fusté explica que todo ese dinero equivale al que vencerá el próximo año de las inyecciones que se realizaron en 2012. "No son 400.000 millones nuevos en el sistema. En realidad, habrá 400.000 millones menos de liquidez", asegura.
En este sentido, desde la entidad desconfían que el cometido final de ese dinero ?inyectarlo en la economía real- tampoco será posible, como no lo ha sido en Reino Unido. Con un programa similar, no han conseguido reactivar el crédito empresarial. "De hecho, las cifras mensuales de crédito neto siguen cayendo durante el primer trimestre de 2014, y si allí no ha funcionado con un ciclo económico más avanzado, no vemos razones para pensar que funcione en la Eurozona", asegura Fusté.
LA POLÍTICA MONETARIA MÁS ORTODOXA
El experto también ve muy lejos la posibilidad de que el ortodoxo Banco Central ponga en marcha el esperado programa de compras de activos. Sencillamente porque el mercado de ABS sobre el que se implementaría es demasiado pequeño con un marco regulatorio que aún no está definido. En este escenario, y con la presión de "ciertos políticos alemanes nerviosos por el último informe de ahorro en el país", Andbank no espera más movimientos expansivos por parte del organismo monetario.
En este escenario, Fusté apuesta por la fortaleza del euro en el entorno de los 1,40 dólares. Una buena noticia para los activos denominados en la divisa única. Eso sí. Advierte de que el potencial en la renta variable europea es ya muy limitado. Para el Stoxx 600 de apenas el 2,5% de revalorización fundamental, aunque el momentum del mercado puede hacer que suba más.
Respecto al Ibex 35, se prevé un crecimiento en ventas al 4%, Márgenes en el 8%, crecimiento en EPS (beneficios por acción) alrededor del 20% y PER (cotización entre beneficio por acción) de 2014 en 16. Estas cifras podrían traducirse en un precio objetivo para el Ibex de 11.240 puntos a cierre de 2014. Para ganar en estos mercados, será imprescincible apostar por sectores muy ligados al consumidor final,
Frente a los que advierten de una burbuja en renta fija, Andbank apuesta firmemente por este mercado, incluso en deuda core como el bund alemán. "La proyección de desinflación prolongada permite apostar por TIRs (tasa interna de rentabilidad) estructuralmente bajas. Empezar a comprar bund en niveles del 1,75%", insiste. También ve recorrido en la deuda periférica, situando el nivel del bono español a diez años entre el 2% y el 2,5%. "Hay margen en la deuda periférica hasta que paguen lo que paga Alemania", explica el experto.
EL RIESGO DE CATALUÑA
Fusté considera que uno de los principales riesgos a los que se enfrenta el mercado español es el proceso independentista en Cataluña. "Puede pasar que alguien se ponga nervioso en una mesa de Londres y suelte todo el papel", advierte el economista. La entidad ha elaborado un ejercicio de simulación para calcular el impacto en la deuda de una posible independencia de Cataluña.
Basándose en aspectos como la participación del PIB, la demografía, la extensión territorial y la contribución a las exportaciones, Andbank concluye que la deuda sobre PIB de Cataluña pasaría del 30% al 103%, aunque con equilibrio presupuestario que podría alcanzar un ligero superávit. El Estado Español pasaría del 97% al 130%, "con un déficit anual abultado del 6%".