"Nueva neutralidad". Así describe el gurú Bill Gross al actual escenario de tipos reducidos y menores ganancias: "Aguas desconocidas, aguas, de las que debemos saber, que son hostiles para los inversores", ya que le obligan a arriesgar más y más, bajo la idea de que el respaldo y la liquidez masiva de los bancos centrales […]
Dirigentes Digital
| 21 abr 2015
"Nueva neutralidad". Así describe el gurú Bill Gross al actual escenario de tipos reducidos y menores ganancias: "Aguas desconocidas, aguas, de las que debemos saber, que son hostiles para los inversores", ya que le obligan a arriesgar más y más, bajo la idea de que el respaldo y la liquidez masiva de los bancos centrales no tiene fin…
Y esto no es todo. Pues el economista jefe de Saxo Bank, Steen Jakobsen, advierte por su parte de la "apatía total" en la que se encuentra inmerso el mundo. Una situación que ha llegado hasta un punto tal que debemos abordar sin perder tiempo.
"Los medios de comunicación y los políticos siguen hablando de lo que no podemos hacer, sin dejar espacio para hablar de lo que podemos hacer (…) Cada país que visito tiene políticas macroeconómicas terribles y cuenta con una clase política que está interesada (principalmente en mantener el status quo (así como una economía micro dinámica). Siempre hay gente de negocios y estudiantes que están dispuestos a hacer más y mejor (para llegar más allá) pero se ahogan en esta ‘realidad del nada’", denuncia.
Pero no se queda sólo en las grandes palabras y ofrece una solución, que "debería y podría funcionar", y pasa porque seamos conscientes de que "debemos escuchar el doble de lo que hablamos" y ser más ambiciosos. Con esto en mente, hace cuatro promesas:
– No hacer absolutamente nada, como vuestro presidente, excepto apoyar al país en todo lo que hace. La macroeconomía mata la productividad, la innovación, la libertad personal, y los sueños por una pobre asignación de capital y recursos y mediante la limitación de ideas y expresión. Una sociedad rica crece desde abajo, no desde arriba.
– Al sector público no se le permitirá crecer en tamaño de cara a los próximos diez años. Nadie será despedido, pero el sector privado tiene que ser capaz de superar al sector público, mientras que el sector público restante debe ser más ambicioso.
– Por cada nueva ley que se introduzca, debe desaparecer otra ley, especialmente en la mayoría de las leyes que se ocupan de los negocios, impuestos e incentivos. La complejidad administrativa está alcanzando nuevos máximos históricos cada semana, creando "costes de control" que no tienen ninguna utilidad ni son productivas.
– Todo el crédito y el capital político se debe invertir en las las pequeñas y medianas empresas (pymes). El 85% de los nuevos empleos que se crean, según estudios de la Unión Europea (UE), se hacen en este espacios, "además, el 100% de la productividad y la innovación recae en ellas", destaca Jakobsen. Por tanto, hace falta incentivar la creación de nuevos negocios. "Sugiero amnistía fiscal para los primeros tres años y propongo que las inversiones en nuevas empresas se puedan deducir en los sistemas fiscales y pensiones", afirma.
Sin embargo, esta "hoja de ruta" es justo la contraria de la que dibuja la imagen actual de la economía: el 20% de las empresas, que son las grandes corporaciones, se hacen con la mayor parte de la financiación, mientras el 80% restante se mantiene en la "nada". Sí, reconoce, las acciones suben, resultando en valoraciones más altas pero "el desempleo y la desigualdad siguen aumentando y no hay crecimiento, no hay productividad, no hay cambios políticos y no hay esperanza".
Y las consecuencias para los mercados son múltiples, pues los ingresos de las compañías no pueden seguir creciendo, cuando sus clientes (el 80%) tiene menos dinero para gastar. Por si esto fuera poco, señala: "Se espera que la Reserva Federal (Fed) emita un margin call sobre la inflación de activos en junio o septiembre, también una salida de Grecia, y un dólar más fuerte en un movimiento final, donde la falta de liquidez y la falta de acceso a la financiación en dólares creará una ‘mini crisis’".