El clérigo ejecutado fue sentenciado a la pena capital por desobedecer a las autoridades, instigar a la violencia sectaria y ayudar a células terroristas. Al Nimr fue detenido en julio de 2012 por apoyar los disturbios contra las autoridades saudíes que estallaron en febrero de 2011 en la provincia de Al Qatif, en el este del país y de mayoría chií. Su condena a muerte levantó un fuerte malestar entre la comunidad chií saudí.
Irán ha condenado enérgicamente la ejecución del clérigo chií disidente y la ha considerado una "muestra de la profunda imprudencia e irresponsabilidad" del Gobierno de Arabia Saudí, según ha señalado el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Hosein Yaber Ansarí.
Ansarí ha afirmado que "el Gobierno de Saudí habla con sus críticos internos con un lenguaje de ejecución y represión mientras apoya a los terrorista y los extremistas takfiríes (extremistas suníes)", informó la agencia oficial iraní de noticias IRNA.
Ahmad Jatamí, uno de los clérigos más influyentes del país, ha declarado que la familia Al Saud, regente de Arabia Saudí, "será borrada de la historia" por aprobar la ejecución. Jatamí no ha escatimado palabras para condenar la ejecución. "No me cabe duda de que la sangre pura de Al Nimr mancillará el collar de la Casa de Saud, que será borrada de las páginas historia. Este crimen no es más que parte del patrón que sigue esta familia traicionera", ha declarado en referencia a los regentes suníes.
También en Irak se han producido duras reacciones. Los políticos chiíes de Irak han condenado al unísono la ejecución del clérigo opositor chií saudí y han asegurado que Riad pretende azuzar el conflicto sectario en toda la región.
"La ejecución de la condena a muerte del clérigo saudí Nimr al Nimr pretende incendiar la región", ha denunciado un diputado chií, Mohamed al Saijud, en declaraciones a la prensa recogidas por la agencia de noticias china Xinhua.
En Bareín se han desatado enfrentamientos entre manifestantes y policía. La comunidad chií tomó las calles en varias localidades después del rezo del mediodía para protestar por la ejecución del clérigo saudí, lo que derivó en choques con las fuerzas de seguridad.
Los manifestantes enarbolaron fotografías de Al Nimr y entonaron lemas que pedían la muerte para la familia Al Saud, que gobierna en Arabia Saudí, y contra la monarquía bareiní, que profesa el islam suní como la saudí.