Con el inicio del mes de febrero entraron en vigencia en Argentina nuevas tarifas para el consumo de electricidad. Lo mismo ocurrirá a partir del 1 de abril con el gas y se prevé también un aumento en los combustibles en la primera mitad del año. Los precios de referencia de la potencia y energía […]
Dirigentes Digital
| 07 feb 2017
Con el inicio del mes de febrero entraron en vigencia en Argentina nuevas tarifas para el consumo de electricidad. Lo mismo ocurrirá a partir del 1 de abril con el gas y se prevé también un aumento en los combustibles en la primera mitad del año. Los precios de referencia de la potencia y energía eléctrica en el mercado mayorista (que tiene tres distribuidoras) pasan a 185 dólares por MW-mes entre el 1 de febrero y el 30 de abril. Para las horas pico se fijó un precio de 63 dólares por MWh, cayendo un dólar en las horas valle. Para usuarios residenciales, los precios aumentaron entre un 61% y 90% en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, alcanzando a unos 3 millones de consumidores. La mayor parte de los clientes (un 83%) pagarán hasta 11,5 dólares más por mes. El precio del gas es “el informado en las audiencias públicas” y el de los combustibles reflejará “los costos que tengan las industrias”, dijo el ministro de Energía y Minería, Juan Aranguren al anunciar la novedad, señalando que la medida apunta a reducir el déficit fiscal y alentar las inversiones en el sector. “Aquellos que tienen un mayor consumo, tienen un mayor aumento”, agregó Aranguren, señalando que las nuevas tarifas resultan de la eliminación de subsidios. El presidente Mauricio Macri dijo que las nuevas tarifas, aún con los aumentos, representan “la mitad de lo que se paga en Brasil y Chile”. Tarifa social Para el caso del consumo residencial, el ministerio enfatizó que se mantiene la llamada “tarifa social federal”, que consiste en un consumo gratuito de hasta 600Kw por mes de acuerdo con tres categorías y descuentos de 85% a partir de ese límite. Se benefician de la tarifa social unos 4,4 millones de usuarios en todo el país, entre jubilados y trabajadores en relación de dependencia o monotributistas que perciban una remuneración bruta menor o igual a 1020 dólares (dos salarios mínimos), según datos del ministerio. Allí entran empleadas domésticas, desempleados que cobran seguro, beneficiarios de programas sociales, discapacitados, electrodependientes y veteranos de guerra. Los niveles de indigencia y pobreza actuales en Argentina están definidos por ingresos de 349 y 840 dólares, respectivamente. En el primer semestre de 2016, el precio de la electricidad tuvo un aumento de entre 200 y 300% para los consumidores finales, de acuerdo con el llamado “sinceramiento” tarifario que practicó el gobierno al retirar los subsidios a esos consumos.