El aumento llega a tres veces y analistas privados prevén que el deterioro continuará en función de las próximas elecciones. El déficit fiscal primario de Argentina en el primer semestre fue de 5.026 millones de dólares, período en el que su rojo financierollegó a 11.582 millones de dólares, de acuerdo con datos de Hacienda. Estos […]
Dirigentes Digital
| 25 ago 2015
El aumento llega a tres veces y analistas privados prevén que el deterioro continuará en función de las próximas elecciones. El déficit fiscal primario de Argentina en el primer semestre fue de 5.026 millones de dólares, período en el que su rojo financierollegó a 11.582 millones de dólares, de acuerdo con datos de Hacienda.
Estos números se basan en un dólar oficial de 9,2 pesos por unidad y muestran un claro deterioro de las cuentas públicas cuando faltan dos meses para las elecciones que determinarán quién sucede a la presidenta Cristina Kirchner en el cargo.
En el primer semestre de 2014, las cuentas del Gobierno mostraban un superávit fiscal de 238 millones de dólares, en tanto el déficit financiero era de 4.050 millones de la moneda norteamericana.
Perspectiva negativa
Antes de estas cifras, el Gobierno había estimado en su presupuesto para 2015 un resultado primario positivo (previo al pago de la deuda) de 1,02% y un déficit financiero cercano al 1% del PBI, pero analistas privados entienden que el período terminará con un déficit primario de 4% y un déficit financiero de 7%.
Aunque en junio hubo un ingreso extraordinario de 1.080 millones de dólares por la licitación del 4G, la proximidad de las elecciones es un factor que prenuncia un resultado más negativo en las cuentas debido a la tendencia alcista del gasto primario, entienden esos observadores.
Así, el déficit primario oficial cerraría próximo de 2% del PBI (30.000 millones), mientras que el real se ubicará en torno del 4%, estimó la semana pasada la consultora Prefinex. En una perspectiva más drástica se ubica la consultora Ledesma, que calcula un déficit financiero de hasta el 8,3% del PBI, de acuerdo con datos divulgados en la prensa local.
Varios tonos de verde
A pesar de que el Gobierno hace sus cuentas en un dólar que se cambia oficialmente a 9,25 pesos por unidad, en Argentina no existe una única o tan siquiera dos cotizaciones de la divisa. Son entre seis y ocho mercados paralelos, cada uno con una especificidad, de acuerdo con su uso en transacciones específicas.
De esta manera, existe un dólar para viajar (blue, el más aproximado al negro tradicional), otro para ahorrar (el green, comprado en la calle), otro para comprar inmuebles (celeste, porque es una diferencia entre el oficial y el blue), otro para compras en el exterior (naranja, usado para gastos con tarjetas de crédito) y aún otro para el cambio de fichas de casino.
Existen inclusive otros tipos de dólar más específicos, como el dólar Brasil (cotización de la divisa en ese país pagando con pesos), el dólar Moreno (exigida por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a las casas de cambio) y el dólar Soja (dólar oficial menos las retenciones gubernamentales), aunque estos son de uso más restricto. Las diferencias entre esas cotizaciones pueden llegar a más del 100% y han dado a todo un folklore en la microeconomía local, en la que se habla de un dólare multicolor.