El año pasado, Corea del Sur se enfrentó a una gran cantidad de ataques cibernéticos, muchos pensaron entonces que se originaban en Corea del Norte, mientras que Japón aprobó una ley que ponía su Centro Nacional de Información de Seguridad a cargo de la seguridad cibernética después de sufrir un hackeo contra objetivos muy sensibles, […]
Dirigentes Digital
| 26 oct 2015
El año pasado, Corea del Sur se enfrentó a una gran cantidad de ataques cibernéticos, muchos pensaron entonces que se originaban en Corea del Norte, mientras que Japón aprobó una ley que ponía su Centro Nacional de Información de Seguridad a cargo de la seguridad cibernética después de sufrir un hackeo contra objetivos muy sensibles, incluyendo la agencia espacial de la nación y su principal contratista de defensa.
Japón subió al segundo lugar en la clasificación de 2015 desde el quinto puesto que ocupaba el año pasado, mientras que Corea del Sur se elevó a la tercera desde el cuarto. Australia cayó al quinto de la lista, mientras que Corea del Sur y Singapur mejoran a un ritmo más rápido. Estados Unidos, que se incluye debido a su exposición a los ataques desde Asia-Pacífico, ocupó el primer lugar.
La clasificación tiene en cuenta las estructuras de gobierno, aplicación financiera al cibercrimen, aplicaciones militares, la economía digital y de negocios, y de compromiso social. "Madurez" se demuestra por la presencia, la implementación y operación de las políticas, la legislación y las organizaciones relacionadas con ciber-", dijo Feakin, director del Centro de Política Internacional del Ciberinstituto de Política Estratégica de Australia.
Estados Unidos: nuevas leyes
Estados Unidos apuesta fuerte por la política cibernética a través de una estructura de gobierno sofisticado y marco legislativo global. El establecimiento de nuevas leyes cibernéticas ha sido relativamente exitoso, y el gobierno de Obama ha promulgado varias órdenes ejecutivas en relación con la regulación del ciberespacio.
Japón: el aumento de la autoridad
El gobierno tiene un enfoque integral, interdepartamental en cuanto a política cibernética. El aumento de la autoridad de los organismos cibernéticos del gobierno y la introducción de nuevas leyes reflejan un aumento continuo y concertado, en la madurez cibernética.
Corea del Sur: comprensión
Corea del Sur demuestra una fuerte comprensión de las cuestiones cibernéticas y la coordinación eficiente de los distintos organismos a través de una política global. La persistente amenaza de Corea del Norte ha dado lugar a una clara priorización de temas de ciberseguridad y capacidades ofensivas, tanto a nivel nacional como en el compromiso Exteriores de Corea del Sur.
Singapur: Plan Nacional de Seguridad
Singapur ha seguido aplicando una política cibernética coherente, ayudado por el Plan Maestro Nacional de Seguridad Cibernética de 2018. El gobierno tiene una amplia legislación, la regulación de Internet y una defensa de la red militar.
Australia: falta de coherencia
Australia sigue mejorando en la madurez cibernética, como lo demuestra la apertura del Centro de Seguridad Cibernética de Australia en 2014, pero sigue habiendo una escasez de la política nacional digital coherente. Esto mejorará si el gobierno entrega e implementa de manera efectiva su estrategia cibernética prometida.
Malasia: conciencia social
Los organismos cibernéticos dedicados y un marco legislativo más estructurada han aumentado la madurez cibernética de Malasia. Se ha ido más allá de una visión puramente técnica del ciberespacio y ahora se involucra con los socios internacionales en materia de política y amplía su conciencia social a través de las actividades de las universidades y think tanks.
China: una mayor claridad
China ha mejorado su madurez cibernética mediante la aclaración y la centralización de la coordinación de los organismos cibernéticos gobierno y continuar produciendo legislación pertinente. La ciberdelincuencia se activa pero inconsistente dirigida. El país parece tener una comprensión más profunda de la amenaza cibernética-militar, pero no ha logrado traducir esto en una política o programa tangible.
Vietnam: Ad Hoc
Vietnam tiene una estructura de gobierno modesta y un marco legislativo para abordar los temas cibernéticos. El gobierno está involucrado en los esfuerzos internacionales para combatir el delito cibernético, pero sus indicaciones especiales de interés en aplicaciones militares sugieren capacidades limitadas en esa zona.
India: política de ambigüedad
Si bien la India ha mostrado una fuerte conciencia de las cuestiones de seguridad cibernética, la ambigüedad política y la inacción han dejado sin una estrategia de gobierno plenamente implementado.
Tailandia: la ley
Tailandia tiene una estructura de ciber-gobierno que está madurando y se está desarrollando más legislaciones. Se beneficiaría de participar en un debate más amplio que va más allá de la creación de capacidades para la ciberseguridad y la gobernanza.
Filipinas: débil aplicación
Filipinas ha diversificado la legislación cibernética y ha creado agencias de ciber-crimen pero continúa sufriendo la débil aplicación. La conciencia de los problemas ciber-militares no se traduce en políticas o capacidades.
Indonesia: Agencia Nacional
Indonesia ha cumplido su promesa de una Agencia Nacional de cibercrimen, una mejora notable en la estructura de la organización, y las leyes para hacer frente a los delitos cibernéticos se están desarrollando. Pero bajo la infraestructura de la interacción del sector privado por el gobierno y la insuficiencia de las telecomunicaciones significa que Indonesia está fallando en aprovechar el potencial de su economía digital.
Corea del Norte: principalmente militar
Corea del Norte tiene un enfoque muy estructurado y regulado al ciberespacio, pero sufre de una falta de organismos políticos y cibercrimen. La atención se centra principalmente en el aspecto militar, y el gobierno es sospechoso de tener capacidad ofensiva sofisticados. El aislacionismo del régimen se extiende a su política cibernética: no tiene compromiso internacional aparente sobre el tema. La informática doméstica y el acceso a Internet es muy limitado, lo que contribuye a un bajo nivel de compromiso social y económico en temas cibernéticos.