"El movimiento de retorno a la renta variable asiática se aprecia claramente en las entradas netas de capitales en los fondos de inversión, que han sostenido el mejor comportamiento relativo de los mercados asiáticos frente a sus homólogos de Europa occidental durante los últimos tres meses", explican desde Fidelity en un reciente informe. Una de […]
Dirigentes Digital
| 06 nov 2014
"El movimiento de retorno a la renta variable asiática se aprecia claramente en las entradas netas de capitales en los fondos de inversión, que han sostenido el mejor comportamiento relativo de los mercados asiáticos frente a sus homólogos de Europa occidental durante los últimos tres meses", explican desde Fidelity en un reciente informe.
Una de las principales preocupaciones en los últimos meses ha sido la debilidad de la economía china. Sin embargo, algunas voces apuntan a que los miniestímulos aprobados recientemente por el Gobierno pueden ayudar a un crecimiento que, aunque ciertamente sea menor, será más sostenido.
Una de las últimas medidas tomadas por el Banco Central del gigante asiático fue una línea de crédito a tres meses de 500.000 millones de yuanes (81.000 millones de dólares) para que los cinco grandes bancos del país canalizaran fondos hacia la vivienda pública, la empresa privada y otras áreas importantes para la economía. Precisamente muchos empiezan a ver en el primer sector una buena oportunidad de entrada. "Hemos tomado posiciones en inmobiliarias chinas", explican desde Pictet AM.
A través del fondo Pictet Emerging Markets High Dividend, gestionado por Stephen Burrows, los inversores pueden acceder a estas compañías "que han mostrado una rentabilidad muy inferior a la del mercado, a pesar de que reparten dividendos elevados y estables, con solidez de balances". El gestor también apuesta por otras firmas como China Sands, que gestiona casinos en Macao, "cuyo flujo de caja es elevado y estable y su rentabilidad por dividendo supera 6%".
Inversión directa en Bolsa
China ha sido siempre un mercado demasiado oscuro para los inversores internacionales. Pero a partir de las próximas semanas, todo eso cambiará con el programa Shanghai-Hong Kong Stock Connect. Un gigante bursátil de 5,5 billones de dólares formado por empresas con 1.300 millones de clientes potenciales.
Japón y los resultados empresariales
Japón está viviendo una especie de ida y vuelta en el mercado. El entusiasmo inicial generado por las políticas del primer ministro Shinzo Abe (Abenomics) dejó paso después al escepticismo tras el fuerte descenso trimestral del PIB tras la subida de los impuestos al consumo el pasado mes de abril. Sin embargo, el último bazuca de estímulos anunciado por el Banco Central ha vuelto a dar alas al parqué local, con el Nikkei a la cabeza de la recuperación.
Los expertos aconsejan a los inversores dejar a un lado las políticas macroeconómicas y atender a los fundamentales de las empresas, y al potencial de crecimiento de los beneficios. "Los resultados de las empresas del Topix crecieron un 2% trimestral y un 3% interanual durante el segundo trimestre", explican desde Fidelity. No hay que olvidar, además, que el fondo público de pensiones de Japón (GPIF) duplicará la proporción invertida en Bolsa, del 24% hasta el 50% de forma gradual. Y sin duda eso será un aliciente más para estas compañías.
Pero cuidado. Advierten que el principal peligro de la economía japonesa sigue siendo la inflación, y que los anteriores estímulos no han servido para hacerla despegar. De hecho, cuatro de los nueve miembros del Banco Central votaron en contra de este nuevo plan de estímulos. Pero sin duda aquí, vuelve al marco de los inversores la evolución del yen. Con un dólar cada vez más fuerte y las nuevas inyecciones en el mercado, es evidente que la divisa nipona seguirá su tendencia bajista en los próximos meses, lo que beneficiará, y mucho, a los gigantes exportadores cotizados.
Los expertos también destacan lo positivo que han traído los cambios políticos en India e Indonesia. Los planes de los nuevos Gobiernos hacen prever que sectores como las infraestructuras, la construcción y la banca, se beneficien de las medidas, así como de las reformas en el sector energético y de los cambios en la inversión pública.