A pesar de que el contexto de fondo se deterioró bastante durante el verano, con muchos gestores replegando velas y buscando "refugios seguros", en el último mes la situación parece haber mejorado, y es que, como tantos otros profesionales de la inversión señalaban, quizá se hayan exagerado los temores. Pero, con las cicatrices de la […]
Dirigentes Digital
| 26 oct 2015
A pesar de que el contexto de fondo se deterioró bastante durante el verano, con muchos gestores replegando velas y buscando "refugios seguros", en el último mes la situación parece haber mejorado, y es que, como tantos otros profesionales de la inversión señalaban, quizá se hayan exagerado los temores. Pero, con las cicatrices de la crisis financiera tan recientes y el rally acumulado por algunos activos, especialmente la Bolsa, ¿quién puede culpar al inversor de tener miedo?
Una y otra vez, entran en acción los bancos centrales, para alejar los fantasmas y con su liquidez apoyar al riesgo, y así parece que seguirán durante mucho tiempo. Y es que, incluso la Reserva Federal (Fed), que iba a ser la primera en iniciar la normalización de la política monetaria, no se espera que "mueva ficha" hasta bien entrado el año que viene. Con todo, la volatilidad derivada del cuándo será la primera subida de tipos en cerca de una década y del qué está pasando con la economía china, ha llegado para quedarse.
El futuro será incierto, reconocen los expertos de Citi, pero de cara al medio plazo se mantienen positivos para las Bolsas desarrolladas (no así en el caso de las emergentes, pues uno de los principales riesgos proviene de la evolución de sus economías), pues consideran que son el principal activo que se puede beneficiar de la indefinición del escenario macro y la decisión con que los bancos centrales se enfrentan a él.
En renta fija, infraponderan crédito corporativo, especialmente el estadounidense, aunque se posicionan neutrales en Europa, pues una de las opciones del Banco Central Europeo (BCE) para diciembre es ampliar los activos incluidos en su programa de compras (con deuda empresarial); mientras sobreponderan deuda soberana, sobre todo norteamericana y británica, frente al resto.
Finalmente, en commodities son neutrales, aunque prefieren los metales industriales al petróleo; y, en divisas, se declaran largos en dólar.
Por su parte, Renta 4 vuelve a reiterar que "los índices deberían seguir recuperando parte del terreno perdido en un contexto donde las expectativas cíclicas nos parecen demasiado negativas (capacidad de Estados Unidos y Europa para mantener buenos ritmos de crecimiento, idea que los datos macroeconómicos siguen apoyando) y un BCE dispuesto a hacer lo que sea necesario (tras dejar la puerta abierta a una ampliación de los estímulos tan pronto como en diciembre)".
Así, vuelve a apuntar a que "los niveles actuales son atractivos de cara al medio/largo plazo. Vemos que muchos valores y sectores han sufrido caídas muy acusadas, habiéndose alejado de sus precios objetivo incluso en entornos macro menos atractivos".
Al mismo tiempo, Raphaël Gallardo, estratega de Natixis AM, explica que vuelven a sobreponderar renta variable, con un sesgo a favor de la Bolsa europea y asiática (sin Japón), en detrimento de Wall Street. Asimismo, enfatizan su exposición a bonos gubernamentales a costa de efectivo.