No existe una fórmula simple para hallar la designación adecuada a cada uno, pero el consenso considera que determinar cuánto peso queremos que cada activo es más importante que la selección de valores. Ahora bien, también hay detractores que piensa que tener una visión tan estandarizada es problemático, ya que dependiendo de la persona o […]
Dirigentes Digital
| 23 abr 2015
No existe una fórmula simple para hallar la designación adecuada a cada uno, pero el consenso considera que determinar cuánto peso queremos que cada activo es más importante que la selección de valores. Ahora bien, también hay detractores que piensa que tener una visión tan estandarizada es problemático, ya que dependiendo de la persona o el momento hacen falta soluciones individuales.
Con todo, la Asociación Americana de Inversores Individuales (AAII por sus siglas en inglés) ha elaborado tres modelos de asset allocation, basados en la edad del inversor, su apetito por el riesgo y el horizonte temporal de la propia inversión
Así, el perfil agresivo (para inversores de entre 18 y 35 años, con un horizonte de inversión de 30 años o más) tendría un 90% de renta variable diversificada (20% acciones de grandes compañías, 20% de medianas, 20% pequeñas, 20% de empresas internacionales, 10% Bolsa emergente) y un 10% de renta fija (bonos intermedios).
Por su parte, el moderado (para inversores de entre 35 y 55 años, con un horizonte de inversión a 20 años o superior) tendría un 70% de renta variable diversificada (20% acciones de grandes compañías, 20% de medianas, 10% pequeñas, 15% de empresas internacionales, 5% Bolsa emergente) y un 30% de renta fija (bonos intermedios).
Finalmente, el perfil conservador (para inversores de más de 55 años, con un horizonte de inversión de 10 años o más) tendría un 50% de renta variable diversificada (25% acciones de grandes compañías, 10% de medianas, 10% pequeñas, 5% de empresas internacionales, 0% Bolsa emergente) y un 50% de renta fija (40% bonos intermedios y 10% de corto plazo).
Ahora, a este lado del Atlántico, y teniendo en cuenta que los mercados gozan del apoyo incondicional del Banco Central Europeo (BCE) y de la macroeconomía, que las propias compras de deuda de la autoridad monetaria de la Zona Euro presionan a la baja las rentabilidades de la deuda, la búsqueda de los retornos se hace más ardua. Además, las incertidumbres que plantea la situación de Grecia, las citas electorales en Reino Unido y España, así como la posible subida de tipos de la Reserva Federal (Fed) traen volatilidad.
En este contexto, Renta 4 considera que la renta variable mantiene el mejor binomio rentabilidad-riesgo, aunque "las valoraciones están ajustadas en términos absolutos frente a las medidas históricas, lo cierto es que son atractivas en términos relativos a otras alternativas de inversión". Sobre renta fija, la firma destaca el riesgo en Estados Unidos ("¿posible subida de tipos en septiembre?") frente a Europa, donde la QE del BCE seguirá lastrando los spreads, "aunque si es efectivo es de esperar un repunte a medio plazo por mayor crecimiento y recuperación de la expectativas de inflación. En el mercado de divisas, consideran que se mantendrá la presión a la baja sobre el euro en el medio plazo por diferencial de crecimiento y de tipos; a corto, un retraso en el endurecimiento de la política monetaria de la Fed y los buenos datos macro europeos podrían apoyar a la moneda única, señalan.