Los hechos han tenido lugar durante una reunión en el Parlamento del país, acontecimiento que no sucedía desde hacía casi dos años y que refuerza al movimiento huí y desafía al gobierno que se vio revocado por este grupo rebelde. Un portavoz de la coalición liderada por Arabia Saudí no tenía comentarios que hacer sobre […]
Dirigentes Digital
| 16 ago 2016
Los hechos han tenido lugar durante una reunión en el Parlamento del país, acontecimiento que no sucedía desde hacía casi dos años y que refuerza al movimiento huí y desafía al gobierno que se vio revocado por este grupo rebelde.
Un portavoz de la coalición liderada por Arabia Saudí no tenía comentarios que hacer sobre el ataque. Sin embargo, se sabe que los saudíes y sus aliados han lanzado miles de ataques aéreos contra los hutíes desde que derrocaron al gobierno reconocido internacionalmente, el cual ahora se encuentra en el exilio.
Mientras la ONG Médicos sin Fronteras informaba en Twitter del número de muertos y heridos en el atentado, Mohammed Abdul-Salam, un alto cargo del movimiento hutí, cuya principal base de apoyo está en Saada, acusó del ataque a la coalición militar de países que está en guerra contra el grupo desde hace más de un año.
Desde que el conflicto se inició, al menos 6.400 personas han muerto, de los cuales alrededor de la mitad eran civiles.
Los hutíes y sus aliados en el partido Congreso General Popular (CGP), liderados por el influyente expresidente Alí Abdalá Salé, controlan la capital Saná y han resistido hasta ahora la campaña de la coalición.
El presidente Abd-Rabbu Mansur Hadi y su gobierno reconocido internacionalmente los ven como golpistas después de que tomaran la capital por la fuerza en septiembre de 2014 y les han advertido en contra de que busquen legitimidad a su mandato a través del Parlamento.
En un comunicado a la agencia estatal Saba, Hadi consideró ilegal la sesión parlamentaria y advirtió a los diputados asistentes de que podrían ser perseguidos como delincuentes.
Después de que fracasaran las conversaciones de paz respaldadas por la ONU la semana pasada, los hutíes y el CGP establecieron un consejo de gobierno para dirigir el país pese a la oposición de la ONU y sus adversarios políticos.