Los primeros datos de la investigación vinculan los atentados de ayer en Bruselas, que provocaron la muerte de 32 personas y 300 heridos, con la célula yihadista que cometieron los ataques de París del pasado 13 de noviembre. Según las pruebas de ADN realizadas, los dos terroristas inmolados en el aeropuerto son Najim Laachraoui, cuyas […]
Dirigentes Digital
| 23 mar 2016
Los primeros datos de la investigación vinculan los atentados de ayer en Bruselas, que provocaron la muerte de 32 personas y 300 heridos, con la célula yihadista que cometieron los ataques de París del pasado 13 de noviembre. Según las pruebas de ADN realizadas, los dos terroristas inmolados en el aeropuerto son Najim Laachraoui, cuyas huellas aparecían en varios cinturos explosivos del 13-N en París y sobre el que pesaba una orden de búsqueda internacional. El otro kamikaze era Ibrahim el Bakraui, de 30 años y originario de Bruselas.
Su hermano Jalid fue el autor del segundo atentado en el metro de Bruselas. Jalid, había alquilado con una identidad falsa una habitación en la calle Dries del barrio de Forest, escenario de un tiroteo con la Policía el 15 de marzo, en el que uno de los sospechosos murió y otros dos huyeron, entre ellos supuestamente Salah Abdeslam, implicado en los atentados de París y que fue detenido la pasada semana. El mayor, Ibrahim, de 30 años, participó en un tiroteo contra la Policía en 2010.
En cuanto a Najim Laachraoui, pudo ser el cerebro de los atentados de este martes y también artífice de los que sacudieron Francia el pasado 13 de noviembre. Habría viajado a Hungría en septiembre de 2015 con uno de los autores de la masacre del 13-N, Salah Abdeslam.
Según los medios belgas, al menos tres coches han servido a los presuntos terroristas de Bruselas para cometer el doble atentado en la capital belga: un taxi, un Renault Clio y un Audi S4 negro. Los terroristas llegaron al aeropuerto en taxi. Gracias al taxista, que declaró que llevaban más equipaje del que aparece en la foto, la Policía consiguió detectar y desactivar otra bomba en el aeropuerto. Además, los investigadores localizaron el edificio franco de donde partieron los terroristas, donde fueron hallados un artefacto explosivo, productos químicos y bandera del Estado Islámico.
Más de doscientas víctimas
Al menos 32 personas han muerto en los atentados que sacudieron ayer el corazón de Europa. Entre los 300 heridos, según ha informado el Ministerio de Exteriores, nueve eran de nacionalidad española aunque tres ya han sido dados de alta. Los líderes mundiales han mostrado su solidaridad con el pueblo belga. Estado Islámico ha reivindicado el atentado mientras se ha hecho pública la imagen de tres de los posibles terroristas del aeropuerto.
Unas explosiones que tuvieron lugar a primera hora de la mañana y que, horas después reivindicaba el Estado Islámico en su cuenta oficial en la red social Telegram. La agencia de noticias Al Amaq, afiliada al grupo, también informó de que "combatientes del Estado Islámico llevaron a cabo el martes una serie de atentados con cinturones y artefactos explosivos, apuntando a un aeropuerto y a una estación central del metro".
Las reacciones políticas
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, encabezaba las expresiones de apoyo al primer ministro belga, Charles Michel, después de que Bruselas quedase en estado de seguridad máxima. "Debemos estar juntos independientemente de la nacionalidad, la raza o el credo en la lucha contra el azote del terrorismo", dijo Obama a los cubanos durante una histórica visita a La Habana. "Podemos hacerlo y derrotaremos a aquellos que amenazan la seguridad de las personas alrededor del mundo", agregó.
El presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, también mostró su solidaridad con las víctimas y el Gobierno belga. "Nadie, nadie está a salvo de estos ataque indiscriminados y brutales (…) el terrorismo es una amenaza global contra la civilización y contra los derechos humanos. No existe justificación posible para esta barbarie que nos afecta a todos y nos golpea a todos", dijo Rajoy en un acto en Ayamonte, en la provincia andaluza de Huelva.
El propio primer ministro belga, Charles Michel, hablaba sobre una época negra para el país. "Lo que temíamos ha pasado. Nuestro país ha sido impactado por ataques que son ciegos, violentos y cobardes", dijo.