Banca on line, digitalización, el Internet de las cosas… frases que se han convertido en perennes en los discursos de los grandes directivos de la banca española y que, sin embargo, no terminan de aplicarlo a su modelo de negocio. Según la última Encuesta Mundial de Banca Digital elaborada por PwC, solo un 19% de […]
Dirigentes Digital
| 29 jul 2014
Banca on line, digitalización, el Internet de las cosas… frases que se han convertido en perennes en los discursos de los grandes directivos de la banca española y que, sin embargo, no terminan de aplicarlo a su modelo de negocio. Según la última Encuesta Mundial de Banca Digital elaborada por PwC, solo un 19% de los entrevistados del sector afirma tener integrados los canales on line, móvil y social en una única plataforma.
Y con estos obstáculos resulta difícil ganarse a los clientes más jóvenes y acostumbrados a emplear este tipo de herramientas para su consumo diario. De hecho, la consultora estima que los usuarios de la banca móvil crecerán un 64% hasta 2016, en detrimento de otros canales más tradicionales como las sucursales o la banca telefónica, cuyos usuarios caerán un 25% y un 13%. "Ambos, en ningún caso, desaparecerán y seguirán teniendo un papel relevante centrado en las operaciones bancarias más complejas", explican desde la firma.
Aún así, la banca debe ponerse las pilas si quiere ganar esta carrera digital. Y no solo contra su competencia directa, sino con nuevos e inesperados jugadores en el mercado como Google, Paypal o Amazon, que en los últimos tiempos han escalado posiciones en este sentido. Por ejemplo, según un reciente estudio del IEB sobre la materia, Google cuenta con la suficiente liquidez como para adentrarse en el sector financiero mediante la financiación a sus clientes. Ya e atrevió a hacer su primera incursión en 2011 con Google Wallet.
"Las empresas tecnológicas son cada vez más financieras" y los bancos "tienen que digitalizarse" si no quieren quedarse atrás y perder una parte del pastel en favor de compañías más ágiles, explican desde el IEB. En este escenario, el entendimiento con las demandas de los clientes más jóvenes resulta clave para el sector bancario.
Un reciente estudio elaborado por Accenture indica que los jóvenes clientes de banca son casi el doble de proclives que los de más edad a cambiarse a un banco sin sucursales físicas o a recurrir a empresas de tecnología que ofrezcan servicios bancarios.
Aunque la encuesta está realizada en EE UU y Canadá, podría extrapolarse a las nuevas tendencias en nuestro país.
Uno de los datos más relevantes del estudio es que casi un 40% de los consumidores norteamericanos con edades de entre 18 y 34 años estarían dispuestos a cambiarse a un banco que solo trabajara por Internet y un tercio usaría como banco una empresa tecnológica si ofreciese estos servicios.
Juan Pedro Moreno, responsable global de la industria de banca de Accenture, advierte que "las tecnologías digitales están haciendo desaparecer los límites entre sectores. En el caso de los bancos, convertirse en versiones ‘más digitales’ de lo que son hoy en día no será suficiente para garantizar su éxito en el futuro".
El directivo insiste en que la banca tendrá que "ir más allá de su función tradicional, como gestores de operaciones económicas y proveedores de productos financieros, y empezar a estar más presentes en las vidas digitales de sus clientes". Para ello "deberán encontrar nuevas aplicaciones de la tecnología a la creación de productos y servicios nativos digitales y ofrecer a sus clientes ventajas tangibles basadas en la información y la colaboración en el nuevo ecosistema digital".