La actividad de las sociedades no financieras (SNF) en los mercados de capitales con emisiones de deuda fue muy dinámica durante el año 2016, alcanzando un volumen récord de colocaciones tras la ligera caída que habían experimentado en el año anterior. Esta evolución oculta fuertes diferencias regionales y temporales, al hilo de las decisiones de […]
Dirigentes Digital
| 23 feb 2017
La actividad de las sociedades no financieras (SNF) en los mercados de capitales con emisiones de deuda fue muy dinámica durante el año 2016, alcanzando un volumen récord de colocaciones tras la ligera caída que habían experimentado en el año anterior. Esta evolución oculta fuertes diferencias regionales y temporales, al hilo de las decisiones de política monetaria de los bancos centrales, los episodios de incertidumbre política ya mencionados, o las tensiones financieras que se sucedieron a lo largo del año. Según indican los expertos del Banco de España en su informe otro desarrollo que afectó de un modo determinante a las emisiones corporativas fue el inicio de programas de compras de bonos corporativos por parte de algunos de los principales bancos centrales. El BCE comenzó a implementar su programa de compras de bonos corporativos el 8 de junio. Las compras se realizan tanto en el mercado primario como en el secundario, y a finales de año alcanzaron un volumen de 51.000 millones de euros. Por otro lado, el Banco de Inglaterra también anunció a principios de agosto un programa de compra de bonos corporativos, que comenzó a finales de septiembre. Precisamente, el Brexit explica buena parte del comportamiento de los mercados de deuda corporativa en la región, según los datos del Banco de España. En este contexto, las emisiones corporativas en libras por parte de empresas de fuera del Reino Unido se han reducido, mientras que la proporción de emisiones en libras por parte de las empresas británicas se ha incrementado, para reducir el riesgo de fluctuación del tipo de cambio en sus pagos de la deuda. Las emisiones de alto rendimiento se vieron lastradas durante el primer trimestre por las tensiones financieras en esos primeros meses. La actividad se concentró en el segundo y tercer trimestre, coincidiendo con una menor incertidumbre en los mercados de renta fija, que favoreció también las emisiones corporativas en los mercados emergentes. En el conjunto del año, las emisiones de alto rendimiento supera¬ron a las de 2015, pese a su bajo volumen en el primer trimestre. Por último, desde el organismo destacan la aparición de características adicionales al precio, relacionadas con riesgos de largo plazo como el medioambiental, en las estrategias de algunos emisores. Así, en 2016 se observó un fuerte aumento, de alrededor de un 160 %, de las emisiones del segmento de bonos verdes o green bonds, que se caracterizan porque los fondos obtenidos se destinan a proyectos de inversión compatibles con la preservación del medioambiente. Dichas emisiones alcanzaron los 23,7 mm de dólares en el año.