Inversores, analistas y gestores han ‘celebrado’ la batería de medidas que el Banco Central Europeo (BCE) ha puesto en marcha para respaldar la economía e insuflar vida a la inflación, respaldando también al sector financiero. También han recibido con alivio la visión dovish de la Reserva Federal (Fed) que, más allá de atender la relativa […]
Dirigentes Digital
| 21 mar 2016
Inversores, analistas y gestores han ‘celebrado’ la batería de medidas que el Banco Central Europeo (BCE) ha puesto en marcha para respaldar la economía e insuflar vida a la inflación, respaldando también al sector financiero. También han recibido con alivio la visión dovish de la Reserva Federal (Fed) que, más allá de atender la relativa fortaleza interna de Estados Unidos, vigila con atención los acontecimientos externos. Asimismo, descuentan con optimismo nuevos apoyos del Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) y ‘confían’ en el compromiso de las autoridades chinas con el crecimiento.
Las piezas que saltaron por los aires a finales del año pasado, y que provocaron una auténtica ‘sangría’ en los mercados, comienzan a encajar, pues las materias primas, con el petróleo a la cabeza, parecen, al menos, haber encontrado un ‘suelo’ desde el que estabilizarse… Sin embargo, la euforia es ciertamente ‘contenida’, pues hay un ‘run run’ en los parqués, al que cada vez se suman más expertos. El presidente del BCE, Mario Draghi, hace referencia a ello cada vez que tiene ocasión: la autoridad monetaria de la Zona Euro no puede revivir la economía sola, necesita que los Gobiernos hagan su parte…
Políticas fiscales, reformas, inversión, medidas presupuestarias… UBP, Natixis AM, M&G o Saxo Bank recuerdan el amplio abanico que se abre ante los dirigentes, mientras el mercado toma conciencia de que los bancos centrales se aproximan a su límite.
"Si bien creemos que es demasiado extremo creer que las autoridades monetarias pronto se quedarán sin herramientas (si no lo han hecho ya), estamos de acuerdo con que la capacidad de estas políticas para evitar la próxima recesión importante es limitada", destaca Michael S. Hanson, economista global y para Estados Unidos de Bank of America Merrill Lynch.
En este sentido, explica que "a pesar de la preocupación por los elevados niveles de deuda pública y de la intransigencia política que afecta a muchos países, no creemos que la política fiscal se enfrente a ‘topes’ similares". Reconoce la firma que cualquier ‘ayuda’ en este sentido llegará con retraso y, por tanto, no será capaz de evitar la siguiente desaceleración cíclica. Ahora bien, sí podrá amortiguar la caída, prevenir la deflación mundial o un mayor colapso en la actividad.
Asimismo, desde la firma apuntan a la existencia de políticas fiscales inteligentes que, "no son la panacea, pero puede impactar más en la oferta que las monetarias". De hecho, añaden, los bajos tipos de interés amplían el margen fiscal para ayudar a apoyar el crecimiento, con "opciones que no tiene por qué derivar en un aumento del déficit y de la deuda".
Por ejemplo, las inversiones puntuales en las redes de transporte (carreteras, puentes, túneles, ferrocarriles, aeropuertos, puertos marítimos…), desarrollo del capital humano (educación, capacitación laboral, conciliación de la regulación del mercado de trabajo y la fiscalidad), I+D, reformas fiscales (simplificación y eliminación de ‘gastos tributarios’) y políticas comerciales abiertas.
"Es necesario que los gobiernos que pueden endeudarse al 0% de interés proyecten inversiones en infraestructuras a gran escala: ¿cómo podrían ser negativas en el tiempo unas infraestructuras? Las empresas necesitan dejar de maximizar el flujo de caja y maximizar los beneficios en el tiempo, no meramente trimestre a trimestre, sino invirtiendo en la gente: actualización profesional, mejores productos, internet más rápido y más Big Data", apunta Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank.
Finalmente, Michael Browne, cogestor del fondo Legg Mason Martin Currie GF European Absolute Alpha Fund, prevé que "en algún momento en torno a mediados de este año nos vamos a sentir como alguien que usa un GPS y se acaba perdiendo". Considera que hay que empezar "a valorar este nuevo ciclo, centrándonos en el consumidor, la parte más importante de la economía (…) Creo que esta será probablemente, al menos en Europa, la primera recuperación posindustrial, y en ese caso, estaríamos adentrándonos en un mundo fascinante".