Entre 1995 y 2007, España creció de media un 3,7%, frente al 1,5% de Italia. "Es probable que esta marcada diferencia se encuentre detrás de la creencia generalizada que apunta a que la tendencia de la primera superará a la segunda", indican estos expertos. Sin embargo, ponen en duda este supuesto pues "gran parte de […]
Dirigentes Digital
| 23 may 2016
Entre 1995 y 2007, España creció de media un 3,7%, frente al 1,5% de Italia. "Es probable que esta marcada diferencia se encuentre detrás de la creencia generalizada que apunta a que la tendencia de la primera superará a la segunda", indican estos expertos. Sin embargo, ponen en duda este supuesto pues "gran parte de este mejor comportamiento se debe a un exceso de inversión y a las grandes corrientes migratorios, así como a un menor deterioro de la productividad".
Pero, añaden, "lo que muchos olvidan es que esta última ventaja probablemente se vea compensada por la peor evolución demográfica de España frente a Italia". Así, afirman, a menos que "España se las arregle para producir una ‘burbuja’ de inversión como la anterior a la crisis, creemos que es poco probable que supere a Italia tanto en crecimiento como en tendencia".
En opinión de estos analistas, todo gira en torno "a la capacidad de los gobiernos para implementar las reformas estructurales que mejoren la productividad o el perfil demográfico". Y, teniendo en cuenta el contexto político de ambos países, "creemos que Italia tiene más potencial", pues su política "es cada vez ‘menos italiana’, mientras que la española lo es cada vez más".
La firma espera, no obstante, que los ratios de crecimiento de las dos sea pareja en torno al 1%: 0,8% para España y 0,9% para Italia. "Ante la situación política de la primera, parece más probable que la evolución de las reformas se suspenda, mientras que la reforma constitucional transalpina supone un elemento de cambio, que derivará en las condiciones necesarias para alcanzar las transformaciones estructurales necesarias", destaca.
Ahora bien, reconocen: "Este ‘cambio de suerte’ no está ‘grabado en piedra’ y requiere que el referéndum sobre la Constitución italiana siga adelante (lo que no está garantizado). Está previsto para octubre (y el resultado aún no es muy evidente). En cualquier caso, parece más probable que Italia lleve a cabo las reformas a medio plazo", concluyen.