La entidad que preside Ignacio Goirigolzarri afronta los próximos meses con una tranquilidad impensable si nos remontamos a los años posteriores a su rescate. Tanto es así que desde su dirección se han mostrado lo suficientemente confiados como para desarrollar con éxito la operación de fusión con BMN, una estrategia que según explica José Sevilla, […]
Dirigentes Digital
| 29 ene 2018
La entidad que preside Ignacio Goirigolzarri afronta los próximos meses con una tranquilidad impensable si nos remontamos a los años posteriores a su rescate. Tanto es así que desde su dirección se han mostrado lo suficientemente confiados como para desarrollar con éxito la operación de fusión con BMN, una estrategia que según explica José Sevilla, su consejero delegado, les reportará “beneficios a largo plazo”. Los resultados de 2017 han arrojado unas ganancias de 816 millones de euros, una cifra un 1,4% superior a la de 2016. Dichos beneficios han permitido afrontar la fusión con serenidad, si bien la suma final de beneficios se sitúa en 505 millones de euros, un 37,3% menos que en 2016. De esta manera la solvencia de Bankia ha permitido afrontar los costes de 312 millones de euros de la operación. El incremento de los beneficios de Bankia se explica por el aumento de la clientela del banco, que creció en 158.000 clientes, mientras que el número de clientes con ingresos domiciliados aumentó en 107.000. Se trata de una de las claves de la estrategia de posicionamiento que ha implementado Bankia en los últimos meses, y prueba de ello es que la satisfacción de sus clientes ha evolucionado desde el 86,3% en la primera mitad de 2016 hasta el 90% que muestran los últimos datos. También ha conseguido reducir los activos problemáticos. La consecuencia es que se ha producido una disminución considerable de la tasa de morosidad, que desciende al 8,5% en diciembre mientras que hace 4 años dicha tasa permanecía en el 14,7%. A pesar de ello, no todo son datos positivos. Los tipos de interés en negativo perjudicaron el margen de intereses, que descendió en un 9,6% hasta los 1.943 millones de euros. Con ello, el rendimiento de la cartera hipotecaria, así como los bonos de la Sareb se redujeron considerablemente. Contrarrestando estos descensos, el margen de clientes aumentó en un 1,55%, apoyado en una reducción de los costes. Con respecto a la fusión con BMN, Sevilla valora la integración como un éxito. Afirma que se ha realizado “en un buen momento”, aunque cree que una inversión de este tipo “siempre significa una renuncia a corto plazo”. Del mismo modo niega que exista una propuesta de fusión con BBVA. Las colocaciones de capital también son un tema recurrente para Bankia. Sevilla dice desconocer los siguientes pasos del FROB para privatizar la entidad, aunque reconoce sería posible que la privatización total se produjera antes de finales de 2019. En cualquier caso, cree que en el mercado existe apetito suficiente como para absorber más del 7% en caso de colocaciones futuras. Por otra parte, la fusión tecnológica con BMN es una de las prioridades de Bankia, por lo que esperan culminarla antes del 19 de marzo.