La histórica fusión entre las gigantes tabaqueras Reynolds American y Lorillard Tobacco ha agitado con fuerza a la industria en Estados Unidos moviendo el status quo a nivel mundial. El alcance de la operación es tal magnitud que supone entre las dos empresas copar la mitad del mercado y mirar de tú a tú a Altria, […]
Dirigentes Digital
| 17 jul 2014
La histórica fusión entre las gigantes tabaqueras Reynolds American y Lorillard Tobacco ha agitado con fuerza a la industria en Estados Unidos moviendo el status quo a nivel mundial. El alcance de la operación es tal magnitud que supone entre las dos empresas copar la mitad del mercado y mirar de tú a tú a Altria, la antigua Philip Morris, líder del sector con Marlboro.
La operación se ha cerrado esta madrugado por más de 21.000 millones e implica que ambas compañías deshacerse de importantes activos por valor de más 5.000 millones de euros. Esta jugada la ha aprovechado la compañía británica Imperial Tobacco, dueña de Altadis y cuarta tabaquera del mundo, para crecer exponencialmente en Estados Unidos, donde operaba de manera residual, con la comprar las marcas Winston, Kool, Salem, Maverick y la marca de cigarrillos electrónicos, Blue eCigs por 10.400 millones de euros.
Con la adquisición, Imperial pasa a ser un actor importante en Estados Unidos, donde sólo tenía un 3% de cuota de mercado con las marcas Gauloises y USA Gold. Las nuevas firmas le podrían proporcionar el triple de facturación si mantiene las ventas de las enseñas adquiridas. Las cinco marcas tuvieron un volumen de negocio de 14.740 millones y unos ingresos netos de 1.768 millones de euros durante 2013.
Las dos operaciones tienen una derivada más allá de las fronteras de Estados Unidos, aunque sea el principal consumidor de cigarrillos del mundo, que afecta al dominio del mercado mundial del tabaco. British American Tobacco ampara las dos operaciones al ser propietaria de Imperial y ostentar el 42% de Reynolds American. Ahora falta la respuesta de Altria al ver amenazado su territorio.